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Por Aixa de López

Cualquier institución humana está diseñada para ser sombra de Él y la adopción es un curso intensivo sobre la fuerza y belleza de un Dios que es papá. Estas son 6 lecciones que me ha dejado la adopción:

  1. ¡Él empezó!

Al adoptar, los papás son quienes van, vienen, hacen, deshacen, ahorran, gastan, mientras los pequeños muy probablemente lo ignoran completamente. Los hijos, sean biológicos o adoptivos, son recipientes de un amor que no iniciaron. Si tú y yo amamos hoy al Señor, es porque Él inició amándonos primero, y lo hizo cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Si decidió amarmarte cuando estabas muerta, jamás, nada, podrá alejarte de Su amor, ¡jamás! Él empezó la relación y la sostendrá. (Efesios 1:3-6)

  1. Es más que un cambio de nombre.

Entrar a la familia de Dios significa que no sólo se nos cambió la ropa, sino el corazón. Este nuevo corazón ahora es capaz de desear llegar a casa para verlo a Él, porque ha entendido que ese es todo el propósito de su vida. Al recibir el regalo de la fe (creer que somos pecadores en necesidad de salvación) llevamos un nuevo nombre que implica que tenemos un nuevo fin, nueva trayectoria y nuevo abrazo al cual regresar. Somos de Alguien. ¡No nos pertenecemos más! Tenemos disponible el abrazo que jamás nos rechazará. (Efesios 1:7-12)

  1. La relación es la base del comportamiento.

En los círculos de expertos en trauma, hay una frase que se repite: “Conexión antes que corrección”. Dios consistentemente dice: “ni yo te condeno, ahora vete y no peques más” y si vemos la historia de Israel en Éxodo, Dios primero los saca de Egipto (capítulo 15) y hasta después (capítulo 20) les da los mandamientos. Es decir… NO les da las reglas de la familia diciendo “a ver si pueden cumplir para quedarse aquí”… ¡NO! Más bien dice: “Están en mi familia y son míos, y así se hacen las cosas conmigo”. El comportamiento es fruto de la conexión. No las reglas.

La clave es la RELACIÓN. Los hijos que tienen un papá amoroso no lo honran por miedo al castigo sino por miedo a romperle el corazón.

  1. La pelea con la autosuficiencia es diaria.

Al venir de una historia en donde todos los adultos se han ido o fallado, lo natural es vivir en modo-supervivencia. Y ese modo es: no dependo de nadie que no sea yo mismo. Y esa la esencia de nuestra naturaleza caída. Así actúa un huérfano espiritual… y así actuamos todos. Cada vez que hacemos cualquier cosa a nuestra manera, estamos desconfiando de nuestro Padre. Y cada día, podemos regresar y recordar el evangelio. (Salmos 143:8, 10)

  1. Nuestro Hermano mayor hizo posible nuestra adopción.

El evangelio y nuestra adopción es la parábola del hijo pródigo en reversa… ¿Cómo? Jesús es el mejor Hijo mayor, quien es perfecto y cumple todo lo que Su Padre exige y cuando Su hermano pequeño rebelde se va, lo persigue, lo encuentra en el chiquero, lo carga y lo lleva a Su Padre, y al entrar, recibe el castigo que el pequeño merecía…

(Colosenses 1:21-22, Romanos 8:15-17)

  1. El costo de ser familia es incalculable.

La adopción tiene un gran costo de todo tipo para el papá que asume la responsabilidad. El hijo nunca mide: ni de lo que fue salvado, ni de lo que costó (y cuesta) estar bajo esa protección.

Para salvarnos había un precio altísimo. Porque Dios es bueno pero no consentidor. Es un Dios Santo y justo. El crimen debía pagarse. ¿Cómo podíamos llegar a Él en nuestra condición sin morir?

Solo si Él se vestía de carne y hueso y vivía en perfecta justicia, y luego moría en lugar nuestro, se podía resolver darnos la bienvenida y amarnos, y al mismo tiempo cobrar la factura y mantenerse como el Justo.

(1 Pedro 1:18-20)
Para profundizar en el tema de nuestro adopción en Cristo, muy pronto será publicado el nuevo libro titulado Para Siempre: lo que la adopción nos enseña acerca del corazón del Padre. (Más detalles en este enlace:  https://www.bhpublishinggroup.com/products/para-siempre/)

Aixa de López, nacida y establecida en la ciudad de Guatemala. Esposa del pastor Alex López desde el año 2000 y madre de Ana Isabel, Juan Marcos, Evy y Darly Alejandra; 2 por biología, 2 por adopción, todos por gracia y ninguno como plan B. Puedes seguirla en Facebook, Twitter y en su Blog.

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