Pasaje devocional: Juan 1:35-42

Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro). Juan 1:42

¿Se imagina usted lo que fue para aquellos jóvenes convertirse en discípulos de Jesús? Jesús traía un mensaje nuevo, fresco, lleno de amor, perdón y la seguridad de la vida eterna. Así fue como Jesús y sus discípulos se dieron a la tarea de llevar el evangelio a cuanta persona se encontraban
en los pueblos y los caminos que transitaban. La Biblia nos habla de las reuniones que celebraron Jesús y sus discípulos, de las miles de personas que se convirtieron al evangelio y de los actos milagrosos que Jesús realizó. Me imagino la cara de asombro de aquellos hombres cuando Jesús alimentó a los cinco mil con la pequeña merienda que llevaba un chico. O cuando resucitó a Lázaro de entre los muertos.

Los que hemos recibido a Cristo también somos discípulos del Señor y tenemos la obligación de testificar el mismo evangelio. Tenemos la orden del Señor “ir por el mundo y predicar el evangelio a toda criatura”.

¡Hoy es el día de salir y hablar acerca de Jesús a ese vecino, amigo o conocido! Hagamos lo que Cristo espera de nosotros y hagámoslo con alegría, conscientes de que hay alegría en el cielo cuando un pecador se arrepiente.

Padre, ayúdanos a convertirnos en tus discípulos.

Un devocional de Revista Quietud