Hay quienes parecen amigos pero se destruyen unos a otros; el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano. —NTV

PROVERBIOS 18:24

El perro Hachiko es todo un símbolo de la lealtad en Japón. El can de raza akita iba a esperar a su amo —el profesor Uen — a la estación de trenes todos los días sin faltar. En mayo de 1925, el profesor no regresó, pues había fallecido de un paro cardiaco. Hachiko se quedó a vivir en el mismo sitio frente a la estación, esperando a su amo durante los siguientes nueve años de su vida. Junto a la tumba del profesor, hay un monolito en honor a Hachiko.

Nuestro proverbio subraya la importancia de la lealtad en un verdadero amigo. En la amistad sincera no hay chismes destructivos, ni palabras hirientes. Ser leal es comprometerse de manera sincera y respetar la confidencialidad. Refleja un amor que «nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia» (1 Cor. 13:7, NTV).

David y Jonatán son un excelente ejemplo bíblico de esa fidelidad. Las mujeres tendemos a ser muy sensibles, y algunas, por cualquier cosa o por celos, ya no hablan con la que antes era buena compañera. ¡Tú puedes ser diferente! El Señor te puede hacer esa persona que sabe mantener a las amigas que realmente valen la pena, al mostrar lealtad. (MHM)

La lealtad es la promesa de la verdad
a uno mismo y a los demás.

ADA VÉLEZ

Un devocional de Un año con Dios (B&H en Español).