Skip to main content

PASAJE DEVOCIONAL: 1 PEDRO 4:7-11

Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. (1 PED. 4:10)

No me sorprende que haya cristianos que se crean superiores a otros. Maestros que por su manera de expresarse o de actuar pareciera que enseñan para mostrar sus conocimientos más que para ayudar en la transformación de las vidas. Oradores que por su manera de hablar pareciera que se complacen en aplastar a sus oyentes en lugar de ayudarlos a crecer espiritualmente. Obreros que por su manera de trabajar en la obra parecen más unos capataces que ministros al servicio de Dios. Son comparaciones sorprendentes para algunos, pero desdichadamente reales. Una administradora es la persona que administra y cuida los bienes de otro. Una administradora debe ser honesta, humilde y leal. Todas las creyentes somos responsables de administrar lo que Dios ha puesto a nuestro cuidado. No solo se refiere a las posesiones materiales, sino también a las espirituales.

Recuerdo la historia de un mayordomo que tenía bajo su cuidado la finca de un señor feudal en España. En una de las revueltas de la región, un grupo de campesinos se apareció para prender fuego a la casa señorial. El mayordomo se interpuso entre los campesinos y la casa, y dijo a los alborotadores: «No estoy defendiendo la propiedad ni al señor, sino al legado que estos plantíos han dejado en mí y en mis hijos, en ustedes y en los hijos de ustedes. Aquí hemos aprendido a ser hombres de bien».

Por la gracia de Dios disfrutamos de los beneficios que Él ha querido regalarnos. No es porque lo merezcamos, sino por los méritos de Cristo. Ya sea talento, tesoro o tiempo, han sido puestos por Dios a nuestra disposición para que lo glorifiquemos a Él primeramente, y después para que beneficiemos a otros. Él no necesita que lo defendamos, ni tampoco necesita pequeños «dioses» para cumplir Su propósito. Lo mejor que podemos hacer como depositarios de los bienes de Dios es actuar como mujeres de bien. La honestidad, la humildad y la fidelidad a nuestro Dios nos ayudarán a dejar nuestros intereses personales.

Ora para que Dios te ayude a seguir sirviéndole a Él y a los demás.

Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español)

2 Comments

Leave a Reply

Hit enter to search or ESC to close