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Lámpara es a mis pies tu palabra,
y lumbrera a mi camino.
S A L M O S 1 1 9 : 1 0 5

¿Alguna vez has realizado una caminata nocturna? Es una experiencia increíble si tienes la oportunidad de hacerla. No debería ser necesario mencionar esto, pero nunca vayas de excursión sola, especialmente en la noche. Se ha vuelto un evento popular entre los amantes de la vida al aire libre. Cuando sales a caminar en la noche, se añade un toque de misterio. Incluso los senderos conocidos pueden parecer mundos nuevos alumbrados por la luz de la luna y las estrellas en lugar del sol.

Normalmente toma más tiempo realizar este tipo de caminatas por la falta de luz. Incluso si un senderista ha recorrido ese sendero muchas veces, debe ser más cauteloso por la falta de luz. Para combatir esto, los senderistas usan lámparas y linternas para iluminar el camino frente a ellos. Esto no quiere decir que pueden ver tan lejos como cuando es de día, pero les ayuda a ver al menos unos cuantos metros frente a ellos. El hecho de no poder ver el camino entero frente a ti es algo que nos hace sentir incómodos y, aun así, cada vez más personas salen a estas caminatas nocturnas.

Si lo pensamos, nuestras vidas diarias no son tan diferentes. Muchos de nosotros estamos en un camino en el cual avanzamos paso a paso, sin saber qué hay al final o siquiera qué hay en el camino en cierto sentido y, caminamos por él. De cierta forma, todos estamos en una caminata nocturna. Muchos permitimos que lo desconocido tenga un poder debilitante sobre nosotros. Aun cuando debemos andar por fe y no por vista, esto no cambia la realidad de que constantemente volteamos al cielo y le pedimos a Dios que «nos dé una señal» o que «nos muestre el camino».

Así no obra Dios. Se nos ha prometido ver unos cuantos metros frente a nosotros y confiarle el resto a Él. Servimos a un Dios que nos sostiene. Adoramos a un Dios que nos ama tanto que, aunque no podamos ver la idea completa frente a nosotros, podemos confiar en que todo es parte de Su plan para nuestras vidas. Este es el tipo de amor que Dios tiene para cada uno de nosotros. ¿Cómo no encontrar gozo en eso?

GRACIAS, SEÑOR. SÉ QUE HAY MOMENTOS EN LOS
QUE NO CONFÍO EN EL CAMINO QUE HAS PUESTO
DELANTE DE MÍ, PERO GRACIAS POR DARME
UN CAMINO POR EL CUAL ANDAR. PERMÍTEME
CONFIAR EN TI Y RECONOCER EL GOZO QUE
VIENE DE PONER MI CONFIANZA EN TI. AMÉN.


Un devocional de 100 días de gozo (B&H en Español)

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