A los débiles me hice débil, para ganar a los débiles; a todos me he hecho todo, para que por todos los medios salve a algunos. —LBLA
1 CORINTIOS 9:22

¡Pasión! Es la palabra que describe a una mujer que invirtió su vida amando al pueblo chino. Lottie Moon era muy bajita,
medía 1.30 m, pero lo que tenía de chaparrita, lo tenía de educada: dominaba varios idiomas, ostentaba una maestría en Artes y fue cofundadora de una Preparatoria para señoritas.

Cuando su hermana menor fue aceptada como misionera a China, Lottie dejó su trabajo para ir también. Aprendió el idioma y, en su afán de incorporarse a la cultura, adquirió la vestimenta y los comportamientos de las mujeres chinas. Horneaba galletas y pasteles para los niños y les presentaba historias bíblicas y se hacía amiga de las madres para enseñarles de Cristo.

En sus cartas, pedía a las iglesias más misioneros. Ella decía: «¿Cuántos millones más de almas van a pasar a la eternidad sin haber escuchado el nombre de Jesús?». Animó a grupos de mujeres para organizarse y levantar fondos para las misiones.

Incluso rechazó una propuesta de matrimonio pues eso equivaldría a salir de China.

Su arduo ministerio incluía dar la mayor parte de su sustento a los pobres, cosa que hizo que Lottie se enfermara. Sus compañeros de la misión, la enviaron de regreso a los Estados Unidos, pero ella falleció en el camino. ¡Supo cómo invertir su vida al servicio de su Señor! (YF)

¡Si tuviera mil vidas, yo las daría a… China!

LOTTIE MOON

Un devocional de Un año con Dios
Por B&H Español Editorial Staff.