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Por Verónica Rodas

Jesús dice en Mateo 26:2: 
Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado. 

Es aquí, faltando solo «dos días», que comienza la hermosa historia de María de Betania. Es ella quien nos dirá, guiará y ayudará a preparar nuestro corazón para Semana Santa. 

Mateo 26:6-7: 
Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, vino a él una mujer con un vaso de alabastro de perfume de gran precio y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. 

Dice, «vino a él una mujer». Detente por unos segundos para imaginar esa escena, ese momento increíble cuando una mujer llegó hasta Jesús. Una mujer igual que tú y que yo; y es ella quien decide ir a Él. 

Este es el primer ejemplo que vemos en ella, su primer consejo es: ve a Jesús. 

Hoy, tú puedes tomar la misma determinación que ella y puedes vivir tu mejor Semana Santa. Corre a buscarle, anhelarle, esperarle y amarle. Lucha por vivir esa realidad en tu vida, no te rindas hasta hacerlo, hasta vivirlo, hasta llegar a Él como María. 

Lo siguiente que vemos es que ella se acercó «con un vaso de alabastro».  

Vemos que no tenía las manos vacías, no buscó a Jesús para pedirle algo. No quiso encontrar alguna ganancia de la relación, no. Ella tenía algo para Jesús y quería dárselo. 

Sería toda una experiencia para ti, si pudieras ver a Jesús y como María acercarte a Él para darle, para agradecerle y entregarle, para rendirte. Ella buscó a Jesús para entregarle lo mejor que tenía; llevaba para Él un «perfume de gran precio». No solo preparó un simple presente, sino que le ofreció lo mejor que ella tenía, lo de mayor valor. 

Hermana, ¿qué es lo más importante para ti?, ¿qué estás reservando para tu bienestar?, ¿qué es lo que tienes que hoy debes entregarle a Jesús? 

Prepara tu corazón dándole a Él todo eso que está ocupando Su lugar en tu vida, rindiendo todo aquello que tienes en el lugar que Él debe ocupar. Sigue el ejemplo de María. No te acerques a Él con las manos vacías, lleva lo más valioso que tengas y ofrécele eso que más le honre y adore. 

Algo más que María nos enseña es que ella no solo le entregó lo más valioso que tenía, sino que lo derramó sobre Su cuerpo, «lo derramó sobre la cabeza de él». Al hacerlo, perdió ese perfume, al derramarlo, renunció a él. Se despojó de eso que tenía tanto valor. Para ella, mayor que su perfume, era Aquel sobre quien lo estaba derramando. Jesús valía más, era más hermoso y merecía mucho más que todo lo que ella le ofrecía. 

En esta preparación ora, clama que estos días tu corazón esté derramado ante Jesús. Entrega lo más preciado que tengas y que tu casa se llene del perfume que derramas al Señor. Que todo tenga el aroma de lo que estás entregando. Que tus más cercanos huelan el perfume derramado a Jesús en esta Semana Santa. 

Muchas personas no entenderán lo que estás haciendo; te mirarán y criticarán y quizás se enojen contigo. Eso fue lo que le pasó a María: «Al ver esto, los discípulos se enojaron» (Mateo 26:8). Algunos dirán que no pierdas tu vida en eso o que no vale la pena. Pueden sugerirte que mejor gastes tu energía en otras cosas más provechosas según ellos.  

Siempre estarán aquellos que quieren desenfocarte, pero a Jesús le encanta que le ames, que le estimes, que le prefieras sobre todo y Él defenderá tu actitud. Él saldrá a tu rescate y aprobará delante de todos tu rendición a Él. 

Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra”.  ¡Qué hermosas palabras!, «ha hecho conmigo una buena obra (Mateo 26:10). 

En esta Semana Santa anhela y busca que Jesús diga esas mismas palabras sobre ti, sobre el amor que le tienes y derramas para Él. En esta Semana Santa, haz esa buena obra que Jesús espera de ti, desespérate por buscarle y entregarle todo y anhela escuchar Su aprobación. Prepara tu corazón así hermana, haz lo que hizo María: 

Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la Sepultura (Mateo 28:12). 

Prepara tu corazón para este tiempo de Semana Santa dando todo de ti. No te quedes en la superficialidad, no te amoldes a los malos ejemplos que quizás conozcas, aférrate fuerte a este ejemplo, al corazón de María y su actitud. Jesús lo recibirá. 

De esta manera no cabe duda que serás testimonio, como lo fue María, y te convertirás en un ejemplo para otras:  

En todo el mundo, también se contará lo que esta ha hecho, para memoria de ella (Mateo 26:10). 

Prepara así tu corazón:  

1- Busca a Dios intensamente. 

2- No vayas con las manos vacías. 

3- Lleva aquello que es más valioso para ti. 

4- Entrégale todo por el amor que le tienes.  

5- Hazlo sin importar las críticas. 

6- Anhela y espera ese fruto glorioso. 

Que en esta Semana Santa tu casa, familia, hijos, trabajo y amigos se llenen del olor del perfume que derramaste a Jesús.


Verónica Rodas es esposa del pastor Luis Rodas. Madre de Cintia (17) y Zoé (6). Juntos sirven al Señor en Córdoba, Argentina. Su anhelo es mostrarle a la mujer lo deleitoso y hermoso que es ser discípula de Cristo.

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