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Cada cristiano está llamado a dar amor, tiempo y respeto (1 Co. 13:4; Tit. 2:12). Pero nosotras tenemos una tarea que conscientemente debemos desarrollar en nuestra relación matrimonial: Proverbios 31:12 dice: “Le da ella bien y no mal todos los días de su vida”. Vimos en el versículo anterior que “el corazón de su marido está en ella confiado” (Pr. 31:11). Esta es la razón de por qué su esposo confía en ella: “Le da ella bien y no mal todos los días de su vida” (Pr. 31:12). Es un ejemplo de las cualidades de la piedad, tiene un corazón bondadoso, es una mujer que da. 

Solemos estar llenas de justificaciones y esperar siempre que nuestro marido colabore con su actitud para que nos comportemos correctamente. Pero el papel de esta mujer es dar a su esposo, servirle y hacerle bien, y es una tarea asignada por Dios y se deleita en cumplirla (Gn. 2:18; Ro. 12:2). 

Esta mujer excelente actúa siempre con un corazón bondadoso, da a su esposo el regalo de la generosidad. Ella se detiene a ver la necesidad. Su vida y obras son un continuo beneficio para los que la rodean, incluyendo a su marido. Hechos 20:35 “Más bienaventurado es dar que recibir”. ¿Nos alegra más dar a nuestro esposo que recibir algo de él? ¡Qué pregunta!… pero aquí dice que“más BIENAVENTURADO es dar que recibir”. El Señor ha hecho exactamente esto por nosotras, y debemos hacer lo mismo por nuestros esposos. 

En Proverbios 31:12 vemos que es la mujer quien “le da a su esposo bien todos los días de su vida”. Esta mujer da a su marido todo aquello que es bueno. Es una constante bendición para él, Proverbios 18:22 “El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová”. 

Una mujer que dio bien a su esposo Para poder entender cómo debe actuar una esposa con su marido he elegido la historia de Abigail y Nabal. Cuenta la historia del bien que Abigail hizo a su esposo, aún cuando ella recibió lo contrario. 1 Samuel 25 relata cómo a pesar de tener un esposo difícil y un matrimonio complicado, esta mujer decidió actuar bien. Según 1 Samuel 25, su esposo era: INTRATABLE: “el hombre era duro y de malas obras” (1 S. 25:3). PERVERSO: “es un hombre tan perverso, que no hay quien pueda hablarle” (1 S. 25:17). INSENSATO: “Él se llama Nabal, y la insensatez está con él” (1 S. 25:25). Tú puedes ser “una Abigail”, la cual debe y tiene que conducirse sabiamente. 

¿Cómo era Abigail? Era inteligente y hermosa según 1 Samuel 25:3: “Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia”. 

Y si leemos todo el capítulo, vemos un poco más extensamente sus cualidades. 

El esposo de Abigail 1 Samuel 25: 4-22 nos cuenta un suceso entre el Rey David y Nabal. 

En cierto tiempo los pastores de Nabal habían estado con el rey David, y él los había guardado y sustentado, incluso los había protegido de peligros en el campo. Y ahora, David mandó siervos suyos a él, para recibir el salario o recompensa para sus siervos. Pero lejos de responder con amabilidad, Nabal negó rotundamente su ayuda a los siervos del Rey. 

Qué insensato llegó a ser Nabal al comportarse así con el rey sin pensar que esto le podía traer graves consecuencias… ¿Cuál fue la respuesta de David? El rey David se dispuso a actuar y vengarse de Nabal: “de aquí a mañana, de todo lo que fuere suyo no he de dejar con vida ni un varón” (1 S. 25:22). 

Tu esposo necesita ayuda aunque no merezca que lo hagas Esta noticia llega a oídos de Abigail, la cual fue avisada por uno de sus siervos. Le informan de lo que David había determinado hacer con su esposo: 1 Samuel 25:17 “Ahora, pues, reflexiona y ve lo que has de hacer, porque el mal está ya resuelto contra nuestro amo y contra toda su casa; pues él es un hombre tan perverso, que no hay quien pueda hablarle”. El esposo de Abigail necesitaba ayuda, pero él no la merecía. ¿Qué hizo Abigail? Ella pudo haber considerado diferentes opciones, pero en su corazón ardía una preciosa pasión por el Señor. Ella preparó una comida para David en silencio y con sabiduría, para salvar a su esposo. Imaginen a Abigail desesperada preparando una comida para 300 o 400 hombres, ya que necesitaba hallar gracia ante David y anular el mal que estaba decidido contra su esposo. Cuando Abigail tuvo todo listo, encontró a David en el camino, se acercó a él inclinándose a tierra e intercedió por su esposo: 1 Samuel 25:24-27 ”Señor mío, sobre mí sea el pecado; más te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva. No haga caso ahora mi señor ese hombre perverso, Nabal; porque conforme a su nombre, así es. Él se llama Nabal, y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste. Ahora pues, señor mío, vive Jehová, y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor. Y ahora este presente que tu sierva ha traído a mi señor, sea dado a los hombres que siguen a mi señor”. 

¿Cuál fue el resultado de la bondad y la actitud de Abigail? 1 Samuel 25:32-33 “Y dijo David a Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano”. 

Abigail fue sabia, obediente a Dios. No sólo obtuvo la salvación para su esposo, sino que libró a David de vengarse por su propia mano. Ella actúo con razonamiento sin esperar que su esposo pereciera. Su corazón estaba lleno de bondad en acción hacia su esposo y Abigail tuvo su fruto (Pr. 2:7). 

¿Has llegado al punto en que deseas algo malo para tu esposo? 

Viendo este tremendo ejemplo de amor y misericordia de Abigail por su esposo, no podemos tener excusas. Abigail decidió hacer bien a un hombre: Borracho Perverso Insensato Intratable… tanto que decían: “no hay quien pueda hablarle”. Imaginen el punto al que llegó… Abigail se comportó como la mujer que describe Proverbios “Le da ella bien y no mal todos los días de su vida”, ¿Y tú?

Verónica Rodas es esposa del pastor Luis Rodas. Madre de Cintia (17) y Zoé (6). Juntos sirven al Señor en Córdoba, Argentina. Su anhelo es mostrarle a la mujer lo deleitoso y hermoso que es ser discípula de Cristo.

3 Comments

  • Alejandra dice:

    No hay excusas, es verdad: “cada cristiano esta llamado a dar”. Solemos engañarnos en ese punto. Gracias por el articulo

  • Esmeralda dice:

    Muy claro el ejemplo de Abigail, me ayuda mucho. Gracias

  • Martina dice:

    Gracias por el artículo Veronica! Una verdad hermosamente expuesta y con un lenguaje que comprendo muy bien. Quiero vivir para un Dios así, que es tierno y compasivo, y aquellos que le aman obran cómo fueron enseñados por El. Precioso! Gracias Señor!

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