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Por Yicell Ortíz

Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios.
1 Juan 3:1a

Este versículo nos habla de una de las más hermosas bendiciones halladas en la Palabra de Dios, la Biblia.

Por el inmenso amor que Dios nos ha dado, Él entonces nos llama Sus hijas, y esto es un gran privilegio.

A través de las palabras en este versículo también podemos conocer realmente cómo es nuestro Padre. Podemos aprender de Su gran amor.

Ya sabemos que somos Sus hijas, que tenemos un Padre celestial, pero, ¿estamos convencidas y seguras de ese amor?

¿Sabes que Su amor por nosotras es inalterable?

Su misericordia, promesas y bondades… ¡todo nos habla de Su amor!

¡No dudemos! Su mayor muestra de amor fue derramar la sangre de Su Hijo para perdonarnos de nuestros pecados y tener vida eterna.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8

Descansemos en ser Sus hijas. Pues el amor de Dios por nosotras no termina. Las Escrituras dicen que nada nos puede separar de Su amor, no importa por lo que estemos viviendo.

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Tal como está escrito: Por causa tuya somos puestos a muerte todo el día; somos considerados como ovejas para el matadero. Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:35-39

Recordemos que mientras el maravilloso sacrificio de Cristo siga vigente, Dios nos da la oportunidad de acercarnos a Él en arrepentimiento y fe.

Nuestro Padre en toda la Biblia y específicamente en Juan 3:16, deja clara Su intención y Su deseo de relacionarse con nosotras de forma amorosa. Permitamos que Él guíe nuestras vidas, que nos cuide y sobre todo, aceptemos Su perfecta voluntad.

¡Eso es amor de Padre!

Viendo todo esto y conociéndolo a través de las Escrituras, entonces como Sus hijas demos gracias a Él por habernos creado y planificado un hermoso propósito especial para nosotras de darnos parte en Su eternidad.

Recordemos, nuestro Padre es perfectamente bueno, lo que somos y lo que hacemos es porque Él lo permite dándonos la vida que tenemos, pues Él fue quien nos creó.

Por lo tanto, Él espera relacionarse con nosotras en amor como un Padre con Sus hijas.

¿Qué otras bendiciones nos ofrece nuestro Padre?

Gozo en pruebas y tribulaciones

También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades, porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. Romanos 5:3-4 (NTV)

Esperanza

…por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Romanos 5:2

Salvación de Su ira

Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de Él. Romanos 5: 9

 Su bondad

Él se regocija de Su creación, como un padre goza de sus hijas amadas, ¿por qué?  

* Su bondad nos consuela como un padre que ama.

* Su bondad nos da seguridad y cuidado.

* Su bondad nos provee lo que necesitamos diariamente.

* Su bondad nos calma y nos anima.

Ahora, ¿Qué espera nuestro Padre de Sus hijas?

Él espera obediencia, espera que seamos hijas con fe en Su gran muestra de amor, Él espera fidelidad, arrepentimiento, integridad, confianza, devoción y dependencia absoluta de Él.

Demos gracias por el título inmerecido de ser llamadas hijas de Dios.  Su gracia nos rescató, nos concedió el regalo del arrepentimiento por nuestros pecados y una fe salvífica en el sacrificio de Su hijo.

Yicell Ortiz dirige el blog mujeryvida.net en donde tiene como propósito encaminar a las mujeres a Jesucristo y que ellas tengan vidas, matrimonios y familias fundamentadas en Él, proveyéndoles recursos bíblicos diversos y compartiendo también en las redes sociales. Es esposa y madre. Es miembro junto a su familia, de la Iglesia Bautista Internacional (IBI), en donde juntos colaboran en el ministerio de jóvenes Adultos M-AQUI.

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