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La ayuda adecuada.

Por Wendy Ortiz

Leer: Génesis 2:18-25

En varias ocasiones me han preguntado qué es lo más disfruto de ser esposa de pastor. La verdad es que este ministerio, aunque muy sacrificado, tiene su parte divertida. Pienso y pienso y una y otra vez respondo, “ayudar a mi esposo en lo que sea que él necesite.”

Mientras estudiaba el libro de Génesis mi respuesta encontró su sentido. En el primer libro de la Biblia, en sus primeros capítulos, podemos ver claramente que el rol original y principal que Dios le dio a la mujer, además de ser dadora de vida, fue el de ser ayuda idónea. La palabra idónea significa, adecuada, apropiada, conveniente y útil. En palabras simples, Dios nos creó para ser la ayuda adecuada, la ayuda apropiada, la ayuda conveniente o la ayuda útil (un poco redundante) para nuestros esposos. La palabra ayuda en el hebreo es Ézer. Este término nunca es utilizado en la Palabra para describir al hombre en su relación con la mujer, pero sí para describir la relación de Dios con la humanidad. Ézer se emplea para describir lo que Dios hace por Su pueblo (Éx. 18:4; Deut. 33:7; Sal. 54:4) [cita del Comentario de la Biblia de Estudio para Mujeres]. De hecho, uno de los nombres de Dios es Jehová Ézer, “el Señor que nos ayuda.”

¡Qué privilegio tenemos las mujeres al ser designadas por Dios como ayuda de nuestros esposos, tal como Él lo hizo, hace y hará para con Su pueblo! Es un honor llevar en nuestro mismísimo ser el rol de ayudar, una característica de
Dios mismo.

De ninguna manera este rol implica menosprecio o inferioridad. Implica que estaremos allí para cuando nuestros esposos lo necesiten de manera desinteresada, con amor profundo y sacrificialmente.

¿Cuántas veces se les pierde algo en la casa y necesitan a alguien que les diga dónde encontrarlo? ¿Y las veces que necesitan que les ayudemos a recoger la yerba cortada mientras ellos podan el césped? Y ni hablar de las múltiples ocasiones en que ellos necesitan que les recordemos algo importante o que simplemente les ayudemos en oración mientras ellos se la pasan trabajando.

Muchas veces ayudarles implicará sacrificio y hasta lágrimas. Pero recordemos que Dios mismo nos entregó toda Su ayuda en la cruz. Cristo es nuestro Ézer. Él llevó el sacrificio que nos correspondía a ti y a mí. (Is.53:5)

Amigas, cuando ayudar a nuestros esposos resulte difícil (y sí que lo será) miremos a la cruz y allí estará nuestro Ézer, recordándonos que en Él tenemos todo lo que necesitamos para ser la ayuda adecuada que Él mismo diseñó.

Wendy Marín Ortiz es esposa del pastor Oscar Ortiz y madre de Marina y Owen. Oriunda de Puerto Rico, radicada en Fort Worth, TX, desde el 2005. Tiene una Maestría en las Artes de la Educación Cristiana del Seminario Bautista Southwestern. Es conferencista, educadora y comunicadora. Su pasión es servir al Señor.

2 Comments

  • Camila dice:

    Que tremendo poder ver y comprender esto! Ver el ser ayuda idónea no como algo agotador, sino como un privilegio dado por el Señor, además de un servicio!
    Totalmente contracorriente a lo que la sociedad nos quiere imponer.
    Bendiciones!

  • Sandra Peñaranda dice:

    Una Verdad que en algunas ocasiones es dificil de acatar,,,Gracias al Señor que nos ayuda en este proceso..Bendiciones

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