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Por Bredka Llanes de Bernardo

Comienza esta maravillosa época donde recordamos los últimos días de Jesús, esa fecha que cambió la historia del mundo para siempre. Esa semana fue (y sigue siendo) tan importante que Mateo le dedica 1/4 de su evangelio, Marcos 1/3, Lucas 1/5 y Juan la mitad. Si juntáramos todos los capítulos de los cuatro evangelios tendríamos 89 de los cuales 30 describen los acontecimientos de esta jornada.

Durante esa semana se ejecutó a la perfección el plan maestro diseñado por Dios desde el principio de la creación. Llegó el tiempo de reconciliar a la humanidad con Dios. La cruz se acerca, el momento cumbre. 

Desde Génesis se apuntaba a este glorioso acontecimiento. Los profetas lo habían anunciado. Llegaría un Rey. Un Rey justo y verdadero, un Rey de paz. La humanidad ansiaba a este líder. El corazón de cada hombre clama por un libertador. Cada generación espera un gobernante o un gobierno que termine con la injusticia y la pobreza, que castigue y acabe con el mal, que nos garantice una vida de paz. 

Este Rey había llegado al mundo. Su majestad no sería desplegada en un palacio sino en una cruz, no con espada en mano sino con clavos incrustados, no con una corona  repleta de joyas sino de espinas. No destruiría a Sus enemigos, moriría por ellos. No demandaba vidas, daba la Suya.

Este Rey venció algo más que a imperios humanos opresores. Venció a la muerte y abolió la esclavitud al pecado. Trajo una paz verdadera, pues reconcilió a las criaturas con su Creador. 

Tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito.
Juan 12:13-14

Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste?
Mateo 21:8-10

Está entrada está llena de detalles que nos revelan el carácter de Jesús y la soberanía de Dios en esplendor. Todo parte de un plan trazado, no casual. Es importante notar que este acontecimiento es uno de los únicos 3 que se menciona en TODOS los evangelios. (1. Alimentación de los 5000, 2. Entrada a Jerusalén. 3. Muerte y resurrección de Jesús)

  • Montado en un asnillo

Cumpliendo a la perfección lo dicho en Zacarías 9:9
Muchas personas piensan que el hecho de que montara un burrito o asno pequeño nos muestra Su humildad, pero es una idea equivocada. Efectivamente Jesús es humilde a la perfección. Pero en la Escritura vemos que el asno era un animal usado por los reyes. 
(1 Reyes 1:38, Jueces 5:10, Jueces 10:4) Jesús entraba a Jerusalén declarando que era Rey, un Rey de paz. Un rey en batalla montaba caballo, pero nuestro Rey estaba montando un asno anunciando Su victoria. Caminaba confiado a la muerte con el conocimiento del final glorioso. Lo hacía confiado, no en Su poder, sino en el plan perfecto de Dios.

  • Recibió alabanza 

Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Salmo 118:26

Este salmo pertenece a lo que se conoce como Hallel (Salmos del 113-118)
Es utilizada como alabanza y agradecimiento durante las fiestas judías. Pero nada es casualidad ni una simple coincidencia. El Salmo 118 donde se encuentra esta alabanza dirigida a Jesús es un salmo mesiánico (Te invito a leer Salmo 118 completo y meditar en él) mira el versículo. 17

No moriré, sino que viviré y contaré las obras de Jehová.

Ya antes habían pretendido hacerlo Rey, pero Jesús se los negó. (Juan 6:16) Incluso muchas veces advertía con insistencia que negaran su identidad, más de 20 versículos lo registran. (Marcos 1:34, Lucas 4:41, Mateo 8:4, etc.) Pero esta vez no. Incluso los fariseos le pidieron que callara las bocas que lo alababan (Lucas 19:39) pero Jesús contestó:

Os digo que si estos callaran, las piedras clamarían. 
Lucas 19:40

Aún los niños lo alababan. (Mateo 21:15) Nuevamente los fariseos se indignaron por lo que escuchaban. Y Jesús respondió con otro Salmo:

En los labios de los pequeños y de los niños de pecho has puesto la perfecta alabanza.
Salmo 8:2

Este Rey Mesías estaba recibiendo la gloria que merece. Cualquiera podría pensar que lo que seguía era tomar la ciudad y conquistar naciones. Pero todos sabemos lo que realmente pasó. Este Rey terminaría colgado. Lo que parecía un intento fallido de conquista era en realidad la mayor hazaña. Su reino establecido, nuestras culpas pagadas, acceso a Dios inaugurado.

Analizar los detalles de ese glorioso día, de esta entrada triunfal, debe llenarnos de gozo, esperanza y expectación. Movamos nuestros ojos y corazones a lo eterno. Desistamos de buscar gobiernos perfectos en la tierra y vivamos perfectamente bajo Su gobierno. Descansemos en que tenemos un Rey que conquistó lo imposible. Tenemos un Rey con planes perfectos, que se cumplen de manera exacta. Nuestro Rey comparte Su territorio celestial con quienes éramos enemigos. 

Inundémonos de pasión y expectativa por Su siguiente entrada triunfal, ya no vendrá a establecer Su reino sino a reclamarlo; gobernará este mundo con justicia y paz.

He aquí viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. 
Apocalipsis 1:7

Ciertamente vengo en breve. Amén; sí ven Señor Jesús.
Apocalipsis 22:20


Bredka , es una esposa y mamá ordinaria que vive asombrada por la gracia de Dios. Le apasiona leer, estudiar, meditar y enseñar la Biblia. Radica en la Ciudad de México y junto con su familia son miembros de la Iglesia Semilla de Mostaza, Santa Mónica. Colabora como editora para este blog.

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