Skip to main content

Pasaje devocional: Salmo 33:1-5

El ama justicia y juicio; De la misericordia de Jehová está llena la tierra. Salmo 33:5

Al más simple observador no le está oculto que la tierra está llena de contaminación, de crimen organizado, de inestabilidad política, de violación a todo orden, llena de desconfianza, de terror y de impiedad. Pero esto solo es lo que los hombres hemos hecho.

Hay sobrevivientes a los atentados terroristas, por la misericordia de Dios. Por esta nos recuperamos de los desastres naturales. Y todavía por su misericordia, hay jóvenes que quieren ser maestros, policías, ministros, arquitectos, bomberos e investigadores científicos. El agua natural es la bebida por excelencia, por la misericordia de Dios. El aire no cuesta nada, por la misericordia de Dios. Tenemos alegría en la niñez y sensatez en la vejez por la misericordia de Dios. En las pruebas que vencemos y en el brazo que auxilia, descubrimos su misericordia. Que una vaca negra coma
hierba verde y de leche blanca, es muestra de la misericordia de Dios. En fin, cuando leo en la Biblia que las misericordias de Dios son nuevas cada mañana, veo que su brazo no se ha acortado para bendecirnos. Porque Él ama la justicia y de su misericordia aún está llena la tierra.

Una amiga tiene una hija muy bella e inteligente de su primer matrimonio. Desde los 7 años la niña ha tenido el cuidado y el cariño de Antonio su segundo esposo. Pero la muchacha ha tomado una conducta antisocial que tiene a su mamá destruida. De inclinación homosexual, nunca terminó una carrera y ha estado presa en varias ocasiones por robo y desacato a la autoridad. Esos padres han gastado y hecho por la hija lo indecible. Han sido benévolos y complacientes con ella. Aunque se han dado cuenta que a ellos mismos los defalcó, todavía no han cesado de ser misericordiosos con ella, y ya les llevó a la bancarrota.

¿Habrá algo en nosotros que comprometa a Dios en favorecernos? Pienso que solo por su misericordia y bondad que mana de su corazón piadoso, es que Dios nos ama, nos busca, nos perdona, nos restaura. Grande es el Señor Dios, lento para la ira y grande en misericordia.

Oh Dios, por tus misericordias te alabamos y agradeceremos siempre.

Un devocional de Revista Quietud

Leave a Reply

Hit enter to search or ESC to close