Por Cathy Scheraldi de Núñez
Es importante que reconozcamos que muchas de las ideas que tenemos sobre el rol de la mujer en la iglesia han sido influenciadas por la cultura en la que vivimos.
Para entrar en las diferentes posturas, creo que lo mejor es definir las que existen y luego estudiar lo que la Biblia nos instruye. Es importante entender que las diferentes posturas se originan en la interpretación de la función de la Trinidad.
Aunque cada persona de nuestra Trinidad tiene igual valor, están en unidad total, se someten uno al otro y moran uno en el otro. La pregunta es si la sumisión del Hijo al Padre fue temporal mientras tomó la forma del hombre y luego volvió a su estado de igualdad después de la resurrección o, aunque son iguales en valor, siempre hubo una jerarquía en Sus roles y cómo funcionan entre sí.
Las cuatro posturas son:
1- Patriarcal o hipercomplementarismo: Los hombres son superiores a las mujeres y deben liderar en todas las áreas de la vida. Hay diferencias fisiológicas, intelectuales y psicológicas entre los sexos que hacen que cada uno sea adecuado específica y solamente en su rol. El hombre es el líder y la mujer debe someterse en todo. El hombre toma todas las decisiones y la mujer es quien maneja la casa hasta que los hijos son adultos. La mujer casada no debe trabajar fuera de la casa, especialmente si tiene hijos.
2- Matriarcal: Las mujeres son superiores a los hombres en inteligencia; son más cariñosas y entonces deben tener posiciones de liderazgo en el hogar, en la iglesia, en el trabajo, en la comunidad y en la política. Las mujeres son las fuertes y los hombres son pasivos.
3- Igualitarismo: Los hombres y las mujeres son iguales en valor, y las oportunidades están basadas en las habilidades y los llamados individuales y no en roles establecidos por el sexo individual. Los roles se deciden en colaboración y en función de la manera en que Dios dota a cada uno y las preferencias de cada uno. Esto es igual en el hogar, en la iglesia o en las carreras.
4- Complementarismo: Las mujeres están creadas de manera única para ser compañeras de los hombres y sus dones y perspectivas se complementan y a menudo juegan un papel importante en el éxito del papel que Dios les ha dado, tal como en el liderazgo, el trabajo y el ministerio. Para este grupo, la centralidad del núcleo familiar es la piedra angular no solamente en la familia, sino también en la iglesia y la cultura. Dios está restaurando las relaciones humanas para reflejar las relaciones jerárquicas de la Trinidad.
Se nota claramente que las cuatro posturas tienen tantas diferencias que todas no pueden ser verdad, porque una contradice a la otra. Entonces, nuestro rol es buscar la verdad bíblica. No hay ningún versículo bíblico que hable específicamente sobre una postura en particular, y entonces, la forma de buscar la verdad es estudiando las Escrituras en forma panorámica.
Para saber la conclusión de este artículo, te exhortamos a que leas el libro Mujeres de influencia en dónde la autora recorre las Escrituras buscando la respuesta a estas interrogantes.
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Cathy de Núñez, es parte del ministerio para mujeres “Ezer” de la Iglesia Bautista Internacional en Santo Domingo, Directora Programa Radial Mujer para la gloria de Dios, escritora del libro “El ministerio de mujeres” y co-escritora del libro “Revolución Sexual” junto con su esposo el pastor Miguel Núñez. Puedes seguirla en Facebook y Twitter.