Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. Miqueas 5:2
Wendy Ortiz, Puerto Rico
Jesús es el pan de vida. Está demás decir que, el pan forma parte importante de la cocina latina. Cuando tenemos el estómago vacío un pedazo de pan de inmediato aplaca el hambre. Pero, ¿qué tiene que ver esto con el nacimiento de Jesús? En este pasaje, Dios, a través del profeta Miqueas, predijo que el Mesías, el Salvador, nacería en Belén Efrata. Belén, en su original significa, “ciudad de pan.” ¡Jesús, es el pan de vida! ( Jn. 6:35) Sin duda, se ha convertido en el alimento que necesitamos diariamente para vivir. En Su presencia encontramos todo lo que necesitamos para tener una vida en abundancia.
Jesús anhela que compartamos Su pan con otros. No podemos dejar que el alimento que Él nos ofrece, sea solamente para nosotros. Debemos compartirlo para que todos sacien su hambre, y sean llenos de esperanza y paz. Por ello, en esta época celebremos que el Mesías sí nació en Belén tal como fue predicho más de 800 años antes de su cumplimiento. Pero aún mejor, démosle gracias porque Él, con Su cuerpo sacrificado, sació nuestra hambre espiritual de una vez y para siempre, para que también nosotros saciemos el hambre espiritual de los demás.
Buenos dias desde Santo Domingo. Jesus Es el unico alimento que nutre el alma sedienta. Gracias este articulo de bendicion. Carmen Fañas de Sena