PASAJE DEVOCIONAL: EFESIOS 2:13-17

Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación. (EF. 2:14)

E n la actualidad hay personas que solamente encuentran paz si se dedican a hacer lo que les agrada. Unas son adictas a cuantos tratamientos de belleza existen, otras a los juegos en los casinos, las loterías, adoran sus automóviles, usan drogas, se emborrachan, etc., sin embargo, no son felices ni viven en paz. Viven en una lucha constante en busca de la paz y no la encuentran en ninguna parte. Odian a sus amigos y a sus enemigos, y eso los hace vivir en un mundo lleno de incertidumbre.

¡Qué diferente es la vida del cristiano! Las que hemos recibido a Cristo como nuestro Señor y Salvador podemos darnos el lujo de saber que «Él es nuestra paz» (Ef. 2:14). Él aceptó la muerte en la cruz del Calvario para anunciar las buenas nuevas de salvación a todos los que estaban lejos de Él y a los que estaban cerca también. Con Su sacrificio en la cruz, ha abolido de nosotras las enemistades con los demás seres humanos y nos ha reconciliado con nuestro Padre celestial. Nos ha enseñado a amar y a perdonar a todos los que nos han hecho daño; y no hay paz más grande que esa: «poder amar a nuestros enemigos y desearles lo mejor en la vida a pesar del daño recibido». Nos ha acercado a todos los hombres para poderlos entender y luchar para que los que no lo conocen, puedan saber que Él existe y que, por lo tanto, existe un mundo donde a pesar de los problemas cotidianos hay paz, comprensión y, sobre todo, hay amor.

Padre, ayúdanos a llevar Tu mensaje de salvación a los que no te conocen.

Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español)