Pasaje devocional: Génesis 32:24-30
Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. Génesis 32:28
La Biblia dice textualmente que Jacob expresó: “Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma”.
¡Qué hermoso sería poder decir como Jacob: “Vi a Dios cara a cara”! Pero hoy día eso es imposible. Sin embargo, vemos el amor de Dios reflejado en personas que lo aman y han decidido servir con amor en el lugar donde están.
Hoy, precisamente, me tocó ver el amor de Dios a través de una excelente enfermera. Hace años ella estuvo perdida entre las drogas y el alcohol, todavía en su cuerpo quedan marcas de su vida pasada pues sus brazos están llenos de tatuajes. Pero un día, en medio de una terrible crisis, llegó a los pies del Señor arrepentida de su vida de pecado y recibió al Señor y lo aceptó como su Salvador personal.
Hacía años que había abandonado sus estudios de enfermería, pero el día del encuentro con el Señor decidió que su vida cambiaría radicalmente y que ella comenzaría a servir a Dios. Regresó a la escuela, se graduó y les aseguro que jamás he visto a una enfermera realizar su trabajo y tratar a los pacientes con tanto amor y ternura. ¡Todos los pacientes desean que ella los atienda!
Padre, ayúdanos para que nuestra vida sea un ejemplo de tu amor.
Un devocional de Revista Quietud