[Pasaje devocional: Mateo 6:24-34]

Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? (Mateo 6:30)

Si hay una enseñanza que sobresale en los Evangelios es la práctica y la posesión de la fe. Es curioso cómo Jesús prueba y ejercita la fe de los que le seguían y de los que sanó. La enseñanza que hoy nos quiere dar nuestro amado Señor es dejar atrás nuestras ansiedades y afanes. El afán y la ansiedad es un gasto infructuoso de nuestra energía nerviosa que nos lleva a todo galope por la vida sin que podamos descansar y disfrutar lo que tenemos.

La declaración final en forma de pregunta nos lleva a reflexionar en nuestra relación de entrega y confianza en Dios. Si Él se ocupa de los pequeños detalles de esta creación, como es la hierba, las flores, las hojas, las aves, ¿cómo se va a olvidar de los hombres y mujeres por los cuales vino a dar su vida para redimirlos?

Él vino para darnos vida y vida abundante. Cuando nos llenamos de una ansiedad y un afán desmedido, llegamos a formar parte del grupo de los que su fe es pequeña y raquítica. Esos no agradan al Señor porque sin fe es imposible agradarle. Es hora de poner nuestra vida en sus manos. Si Él cuida de la hierba y de las aves, cuidará también de mí.

Señor, en un mundo desesperado y agobiado por falta de fe, enséñame a confiar y esperar en ti.