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Hijas

Los padres y nuestro Padre

June 8, 2022 By lifewaymujeres Leave a Comment

Por Marisol Tavarez

«Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a Él». (1 Jn. 3:1) 

Se conoce a un padre como aquel que tiene uno o varios hijos. Es el ascendiente inmediato a alguien (Gén. 42:13), o bien el abuelo (Gén. 28:13), o un antecesor aún más lejano (Gén. 17:4). Un padre puede ser, también, alguien que ha sido pionero en una actividad o que ha encabezado un grupo social (Gén. 4:20). 

Ahora bien, de este lado de la gloria, muchos pueden ser progenitores y no ser realmente un «padre». Durante el transcurso de mi vida, a través de estudios y vivencias, he llegado a la conclusión de que los padres tienen el papel esencial de ser mentores, de pisar firme para que sus hijos sigan sus pisadas. Deben ser buenos orientadores de sus hijos, para que tengan una vida buena fundamentada en valores que les ayuden a una superación personal y al autocuidado, no solo de ellos mismos sino a todos los que están en su entorno. 

El padre que es creyente debe mantenerse en oración, escudriñando la Palabra y aplicando el principio que se encuentra en Proverbios 22:6: «Instruye al niño en el camino que debe andar, Y aun cuando sea viejo no se apartará de él». Ciertamente Dios le ayudará a criar hijos sabios y que honren a Dios y a su padre.  Solo hay un camino recto, el camino de Dios, el camino de la vida. La instrucción temprana inculca hábitos de por vida, los padres deben insistir en este camino, en la enseñanza de la Palabra de Dios y en hacerla valer con una amorosa disciplina de forma coherente a lo largo de la crianza del niño. La instrucción del padre creyente tiene que ser distintiva de la del mundo ya que nuestra fuente es el Señor quien es un Padre justo y verdadero. 

Dios es un Padre maravilloso, Juan 1:12 dice, «Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre». Gracias a Jesucristo, todos los que hemos creído somos hijos adoptados de Dios. Jesús rompió el velo que nos separaba del Padre y ahora podemos acercarnos con confianza al trono de la gracia (Heb. 4:16) y recibir auxilio y oportuno socorro cuando clamamos a Él en el nombre de Jesús. Todos los creyentes gozamos de ese derecho de adopción, por eso en 1 Juan 3:1 dice: «Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos…». Dios nos llama hijos y nosotros podemos llamarle Padre. Todo esto aconteció porque el Hijo de Dios vino a ser Hijo del Hombre a fin de que los hijos y las hijas de los hombres viniesen a ser hijos e hijas del Dios altísimo.    

Particularmente para mí, fue algo maravilloso entender y tomar conciencia de que el Creador y Sustentador de todo lo que existe sea mi Padre. Es maravilloso y revelador para todas nosotras entender las palabras de Jesús a Sus discípulos en Juan 20:17, «Jesús le dijo: “Suéltame porque todavía no he subido al Padre; pero ve a Mis hermanos, y diles: ´Subo a Mi Padre y Padre de ustedes, a Mi Dios y Dios de ustedes´”». Esas Palabras son para todas nosotras que hemos recibido a Jesús como nuestro Señor y Salvador. Por esto Él, nuestro Padre Celestial, merece toda la honra y toda la gloria. Le honramos a Él cuando cumplimos y obedecemos Sus preceptos, porque dice el Salmo 119:4, «Tú has ordenado Tus preceptos, Para que los guardemos con diligencia». Seamos diligentes y guardemos Sus preceptos, así el Padre es honrado. 

En este tiempo de la «era digital», niños de menos de 10 años están usando redes sociales, lo que hace que los padres interactúen menos con sus hijos, tal como se hacía unos veinte o treinta años atrás. Aun así, continua el debate sobre cuan pronto o cuando sería la mejor edad para los hijos usar aplicaciones de redes sociales y como los padres deben supervisarlo. Diferentes encuestas que se han hecho arrojan que los niños que utilizan las redes sociales menores de 10 o 13 años les causa un estado ansioso. Están inquietos por usar las redes sociales, ya sea para entretenimiento, celebridades, conexión con amigos, o por ser atraídos por el diseño que promueve la participación común en estos sitios.    

Es deber de los padres decidir qué aplicaciones son apropiadas para sus hijos, además considerar la edad cuando el niño debe usarla, si es necesaria para su escolarización y los controles que deben tener para el uso de dichas redes. A muchos padres les preocupa la capacidad de sus hijos para navegar de forma segura por las redes sociales y sobre todo les preocupa que sus hijos compartan alguna información privada sin darse cuenta, que se encuentren con depredadores, que vean imágenes o videos subidos de tono o que no sepan discernir si una información es verdadera o falsa. Los padres en esta «era digital» están enfrentando un verdadero reto, el cual es agotador y agobiante dado a que se sienten inútiles al intentar seguir el ritmo de las plataformas de redes sociales pero, les es necesario asumir la responsabilidad de hacer que el entorno del niño sea lo más seguro posible. 

María del Carmen Tavarez Cordero, cariñosamente conocida como Marisol. Es miembro de la Iglesia Bautista Internacional, escribe para Mujer para la gloria de Dios, le apasiona enseñar, evangelizar y escribir acerca de las maravillas del Señor. Tiene una Maestría en Ministerios del Seminario Bautista del Sur.

¿Cómo puedo honrar a mi mamá?

May 11, 2022 By lifewaymujeres 2 Comments

Por Liliana Llambés

He tenido el privilegio de tener a mi madre desde el momento que por primera vez abrí mis ojos,  hasta el día de hoy que ella tiene 78 años, y no siempre la he honrado como dice la Palabra. 

El mundo nos da una enseñanza equivocada sobre honrar a nuestra madre. En algunas culturas aún existe la noción de que nuestras vidas como adultos están controladas por la mamá. Sin embargo, que hermoso saber cómo cristianas que la Palabra tiene la enseñanza correcta de cómo honrar a nuestra madre. 

Una de las misiones de los diez mandamientos es enseñarnos el amor a Jesús (Juan 14:15), y entre esos mandamientos, el objetivo del quinto mandamiento es honrar a mamá. «Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da» (Ex. 20:12). Aquí encontramos el fundamento bíblico para honrar a nuestra madre, a pesar de cualquier cosa que haya ocurrido en nuestra relación y si ella sea cristiana o no. 

Ahora quisiera compartir contigo algunas formas prácticas que me han sido de ayuda a través de estos 28 años de ser cristiana, para honrar a mi mamá. Aunque mi madre no era creyente por gran parte de ese tiempo, la bendición de llamarla mi hermana en Cristo llegó hace cuatro años. 

1) Ora por ella 

Cuando oramos por nuestra madre llevando al trono de nuestro gran Dios nuestras súplicas por ella, estamos realizando el regalo más grande y hermoso para honrarla. Estamos intercediendo por su salvación si no es creyente, por su salud, necesidades, relaciones con otros y con nosotras. Desde Génesis capítulo 3 en la caída del hombre, vemos que en las relaciones existen diferencias, y en la cotidianidad de la vida hay problemas, mal entendidos y situaciones de dolor, por lo cual necesitamos orar para que haya sanidad en su corazón y en el nuestro (Fil. 4:6-7). 

2) Perdona 

En esta humanidad caída, es inevitable que en las relaciones existan situaciones con malos entendidos, nos ofendamos unos a otros, se da el abandono, la traición etc. Es probable que existan heridas tan profundas que solamente la intervención del Señor puede sanar, pero debemos tomar la decisión de perdonar. El ejemplo más grande lo tenemos en Jesucristo, quien dio Su vida por el perdón de nuestros pecados por Su gracia y misericordia, aunque Él nunca pecó (Ef. 4:32; Mar. 11:25). 

3) Dedícale tiempo 

A medida que el tiempo va pasando, nuestras ocupaciones son mayores y no es tan fácil cumplir con todas ellas. Algunas veces, estar con nuestras amistades ocupa ese tiempo, pero debemos ser intencionales en pasar tiempo con nuestra madre, escucharla, ayudarla y disfrutar de ella, así como lo hacemos con otras personas. Al avanzar en edad necesitará más de nosotras, sea que vivamos lejos o no.  

 
Al compartir con ella expresemos nuestro amor, al darle un abrazo, un beso, una palabra agradable de elogio o de agradecimiento, pequeños detalles que para ella significan mucho. Recordemos que como cristianas el Espíritu del Señor nos enseña a honrarle día a día, momento a momento, minuto a minuto. El hecho es, que no sabemos hasta cuándo el Señor nos permitirá honrarla en esta tierra (2 Jn. 1:12). Aprovechemos el tiempo. 

4) Háblale con amor, amabilidad y respeto  

Una de los actos más desagradables que podemos presenciar es cuando un hijo le falta al respeto a su mamá. Nuestro amor no puede estar condicionado a como ella te haya tratado en el pasado, pues Dios en Su Palabra claramente nos enseña, «No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien» (Rom. 12:21 LBLA). No nos dice que tengamos que justificar sus errores o pecados y dejarlos pasar por alto, sino que las trataremos de una forma agradable a los ojos de Dios. 

A medida que los años pasan y va envejeciendo se encontrará con enfermedades, será una persona que nos repetirá una y otra vez las mismas cosas y las mismas historias. Se le olvidará tomar sus medicinas, etc. Pero recordemos que la forma de amarla y honrarla es tratarla con amabilidad y paciencia (Lev. 20:9; 1 Tim. 5:1a). 

5) Atiende sus historias y consejos 

Uno de los regalos más hermosos que podemos dar a nuestra madre, es escucharla contar las historias de cuando éramos niños, compartiendo fotos de diferentes etapas de su vida. Puede que ya las sepas de memoria, pero no importa, puedes escucharlas una y otra vez. Ella está contando parte de nuestra historia a través de su vida.  

Referente a los consejos, puede resultar complicado y difícil cuando no van de acuerdo con la Palabra del Señor, pero eso no debe llevarnos a la falta de respeto, debemos escucharla y filtrar esos consejos en la sabiduría divina (Prov. 1:8; 23:22). 

6) Sírvele en lo posible 

El tiempo va pasando y cada vez más nuestra madre necesita de nuestra ayuda. Aunque vivamos lejos, encontremos la forma de estar al tanto de ella día a día. Podemos recordarle sus citas con el médico, las medicinas que debe tomar o enviarle una comida. Y aunque no vamos a poder hacerlo todo, si somos intencionales, podemos cooperar en lo que sea posible. (1 Tim. 5:4) 

7) No la culpes por tu pecado 

Es triste, en mis tiempos de consejería, escuchar hijas culpando a su madre por su pecado. Cada una de nosotras somos responsables por nuestros pecados y necesitamos confesarlo, arrepentirnos y responsabilizarnos de ellos con madurez. En el Señor hay esperanza para aquel que se arrepiente (2 Cor. 5:10). 

8) Ámala 

El mejor regalo de honrarla es amarla como Cristo nos amó. Dale abrazos, mimos, besos, demuestra ese amor (1 Cor. 13). En Jesús, aun siendo Dios, encontramos el mayor ejemplo de honra a Su madre María. Se sometió a ella y a Su Padre celestial en todo tiempo. Jesús se sujetó a Sus padres terrenales (Luc. 2:51). Cuidó a María Su madre aquí en la tierra hasta el final, encomendándosela aún a la hora de Su muerte a Su discípulo amado, Juan (Juan 19:26-27). 

Amada, mi oración para ti y para mí, es que mientras el Señor nos dé la oportunidad de tener en esta tierra a nuestra madre, podamos honrarla como Jesús lo hizo, honrando a Su madre en la tierra y a Su padre celestial.


Liliana Llambés, misionera por más de 15 años con la IMB. Su pasión es llevar el mensaje de salvación donde el Señor la envíe y hacer discípulos a mujeres de todas las edades, con el fundamento bíblico de la Palabra de Dios. Miembro de la Iglesia Bautista Ciudad de Gracia en la ciudad de Panamá. Tiene una Maestría en Estudios Teológicos en el Southern Baptist Theological Seminary. Autora del libro 7 disciplinas espirituales para la mujer. Esposa del pastor-misionero, Carlos Llambés, madre de 4 hijos adultos y 9 nietos. Actualmente reside en Panamá en donde junto a su esposo están realizando trabajo misionero. Puedes seguirla en Facebook: @lilyllambes, Instagram: @lilyllambes,Twitter @lilyllambes, su blog liliana.llambes.org

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