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… Su esplendor cubre los cielos, y de su alabanza está
llena la tierra. Su resplandor es como la luz; tiene rayos
que salen de su mano, y allí se oculta su poder. —LBLA
HABACUC 3:3-4

¡Qué todos fuéramos poetas como Habacuc! Me pregunto si fue arrebatado al cielo para narrar esta escena maravillosa.

La brillantez de la luz se mide en vatios o watts. Un petavatio equivale a 1000 millones de vatios. Los científicos dicen que el resplandor del sol es igual a 174 petavatios. ¿Cuántos petavatios irradiará el resplandor del Señor? ¿Infinitos? ¡Sí! Tú sabes lo que pasa cuando tratamos de ver el sol. Quien lo ha hecho, ha perdido la vista. Dios le dijo a Moisés: «No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá». Si el Señor se mostrara ante nosotros, moriríamos al instante.

Simples seres humanos han descrito lo que se les ha permitido ver de Dios haciendo comparaciones. Habacuc dice que Su resplandor es como una luz que cubre los cielos y rayos salen de Su mano. En la transfiguración, Mateo dice que el rostro del Señor Jesús resplandeció como el sol y Sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Juan, en Apocalipsis, describe Su aspecto como jaspe y cornalina, con un arcoíris semejante a la esmeralda.

¿Imaginas estar en la presencia de Dios y admirar Su resplandor llenando el cielo, con rayos saliendo de Su mano todo en color jaspe, cornalina y un arcoíris semejante a la esmeralda? Todo en un mismo Dios, ¡el nuestro! (YF)

¡Personaje! ¡Divino personaje! ¡El día que te mostraste, el sol se deslumbró!

RUBÉN SOTELO

Un devocional de Un año con Dios (B&H en Español)

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