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Pasaje devocional: Colosenses 1:1-4

Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos. Colosenses 1:3-4

Epafras le había llevado al apóstol Pablo las noticias de la espléndida condición espiritual de la iglesia en Colosas y esto se volvió el incentivo del apóstol para escribir esta hermosa carta. Aquí encontramos una de las cuatro grandes oraciones apostólicas de Pablo, pronunciadas bajo la inspiración del Espíritu Santo.

Con cuanta frecuencia dejamos de orar por personas espirituales. Sin embargo, es posible que una iglesia espiritual, con verdadera sinceridad y con mucho celo por la obra del Señor, sea desviada de la verdad por su mismo deseo de progresar espiritualmente. Es por esto que el apóstol ora fervientemente por la preservación espiritual de aquella iglesia y para que los hermanos no solamente fueran buenos, sino mejores.

Cuando he enseñado y predicado sobre este pasaje, he sentido mucho gozo en recalcar que esta iglesia gozaba de una buena reputación. Cómo deseáramos que así fueran todas las iglesias, fieles, consagradas y dignas del nombre del Señor.

Los colosenses eran santos y fieles, dos características que deben acompañar a todo creyente. Santos, porque estaban separados del pecado y apartados para Dios; y fieles en Cristo, por la gracia del Señor.

El apóstol eleva una oración de acción de gracias a Dios, por la fe, el amor y la esperanza de los colosenses. Estas tres, llamadas “virtudes teologales”, no eran fruto de ellos, sino del autor de toda gracia y todo don perfecto. Las dos primeras son una unidad y la tercera se presenta aquí como causa de las otras dos, porque la fe y el amor están fundadas en la esperanza. La fe es solamente en Cristo Jesús, y actúa en el amor a Dios y a los hermanos, en la esperanza de la vida eterna.

Hemos sido bendecidos por el Señor; por eso, como los hermanos de Colosas, debemos revestirnos de entrañable misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre, paciencia, espíritu perdonador y amor.

Meditemos y oremos para que nuestra iglesia goce de buena reputación y estima en Cristo Jesús.

Un devocional de Revista Quietud

One Comment

  • Angie dice:

    Muchas gracias por tan valioso pensamiento y explicación, es de gran utilidad para mi crecimiento y por otro lado también quiero agradecerles porque a través de ustedes he encontrado la Biblia de estudio para Mujeres que es hermosísima y perfecta para el estudio a profundidad.

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