… y la mujer respete a su marido. —RVR1960
EFESIOS 5:33B

H ay parejas que «se casaron y fueron felices». Hay quienes además «se casaron y fueron útiles» invirtiendo su vida sirviendo al Señor. Tal es el caso del «Príncipe de los predicadores», Charles Spurgeon y su amada Susannah. Siendo amigos, Charles le preguntó: «¿Usted ora por aquel que va a ser su esposo?».

Ella escribió después: «Durante esa caminata, creo que Dios mismo unió nuestros corazones con lazos indisolubles». Se casaron y su vínculo espiritual reforzó su amor. El respeto de Susannah por su esposo se reflejaba en el apodo que le puso: «Tirshatta», que significa «el reverenciado» en persa.

En aquellos tiempos, muchos ministros que vivían en Inglaterra, recibían un salario tan bajo que no les alcanzaba para comprar libros que les auxiliaran en su ministerio. Así que ella creó el «Fondo del Libro». Se dio cuenta de que muchos predicadores no habían podido comprarse un libro en diez años. Las donaciones llegaron y dedicaron un cuarto de su hogar para almacenar y distribuir los libros. Su prioridad siempre fue el servicio.

¿Oras por aquel que va a ser tu esposo? Desde hoy toma en cuenta que la comunión espiritual con la pareja, el respeto mutuo y un servicio consagrado se traduce no solo en un matrimonio feliz, sino útil. (MG)

Cuando enfrentamos la prueba, nuestro primer pensamiento
debería ser: ¿Cómo puede ser Dios glorificado en esto?

SUSANNAH SPURGEON

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Un devocional de Un año con Dios (B&H en Español)