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Por Marisol Tavarez

En el capítulo 26 del evangelio según San Mateo versos del 14 al 16 leemos este título: Traición de Judas Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué están dispuestos a darme para que yo les entregue a Jesús?». Y ellos le pesaron treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos). Y desde entonces Judas buscaba una oportunidad para entregar a Jesús.

Amada hermana, te pregunto: ¿has sido alguna vez falsamente acusada o traicionada por alguna amiga? o ¿han organizado un complot en tu contra? O tal vez has experimentado hostilidad alrededor de ti; en la escuela, en lugar de trabajo, o en tu misma familia. Es espantoso, te sientes abandonada, sola, triste y desilusionada. La frustración te inmoviliza. Jesús experimentó todas estas cosas.

Una de las mayores heridas que se puede recibir es la traición de alguien que parece ser íntimo. Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía {…} Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío {…} (Salmos 55:12-13)

Judas Iscariote fue el traidor siendo uno de los doce, del grupo íntimo de Jesús. Tal vez hubiera sido menos extraño si hubiese sido uno del gran número de discípulos. (Hechos 6:1) Quizá alguno que fuera ente de vergüenza y causara disturbios, pero no. Fue uno del grupo de amigos íntimos. Uno de aquellos escogidos por el mismo Señor (uno de ellos era un diablo Juan 6:70). Judas traiciona a Jesús porque amaba el dinero, la avaricia hizo de Judas un traidor, él mismo fue donde los principales sacerdotes y noten la pregunta ¿Qué me queréis dar? 

Es posible que alguna de nosotras ose decir: “si yo hubiese estado ahí, no lo habría traicionado”, ¡cuidado!, no lo sabemos; pienso que yo traicioné al Señor cuando andaba muerta en mis delitos y pecados, le negué, y cuestioné. Me negaba a creer: “¿Si Dios es bueno, cuál es la razón de que haya tanta maldad y sufrimiento en la tierra? ¿Por qué los niños abandonados? ¿Por qué permite que nazcan niños y mueran? ¿Cuál es la causa de tantas familias disfuncionales? ¿Por qué tanta pobreza y desolación? ¿Por qué tantas guerras entre naciones?”  

Hoy día, aun siendo creyentes, también nos comportamos como traidoras cuando no obedecemos ni cumplimos los mandatos que están claramente establecidos en la Escritura como:

  • Orar y dar gracias (1Tes. 5:17-18);  
  • Hablar sobre el Evangelio de salvación a los que están a nuestro alcance y más allá, conforme a los dones y talentos que nos ha dado el Señor para cumplir la misión de la “Gran comisión” (Mat. 28:19-20)
  • Hablar de Él con mi conducta.
  • Ayudar al necesitado.

También lo traiciono cuando no levanto la voz por Su causa; cuando me quejo por todo y no confió en Su gran amor y misericordia; cuando no me regocijo por todas Sus bondades (1Tes. 5:16). Le traiciono cuando doy por sentado todo lo que me ha dado; y con mi actitud apago la llama del Espíritu que me ha dado como sello hasta la redención venidera (Efesios 1:13).  

Gracias a Dios que, por Su gracia, si nos arrepentimos y: Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. 1Juan 1:9     

María del Carmen Tavarez Cordero, cariñosamente conocida como Marisol. Es miembro de la Iglesia Bautista Internacional, escribe para Mujer para la gloria de Dios, le apasiona enseñar, evangelizar y escribir acerca de las maravillas del Señor. Tiene una Maestría en Ministerios del Seminario Bautista del Sur.

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