PASAJE DEVOCIONAL: ROMANOS 3:19-24

Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús. (ROM. 3:23-24)

En la actualidad hay muchas personas que tienen deudas. A todas esas personas les gustaría que alguien se les acercara y les propusiera pagarles todas las deudas: la hipoteca, el seguro, las cuentas de las tiendas, la electricidad, el automóvil, los préstamos estudiantiles y todas las demás cuentas. Eso es solo un sueño. No confíen en que va a suceder. Cuando se trata de restaurar nuestras relaciones con Dios, sí hay Alguien que está dispuesto a asumir todas nuestras deudas y pagarlas por nosotras. Esa persona es el Señor Jesucristo. Sin Su ayuda no obtendremos el perdón de nuestros pecados ni gozaremos de la eternidad en el cielo.

A nadie le gusta fallar, pero en realidad todas hemos fallado, eso es parte de la vida. Aun así, hay personas que no quieren admitir sus faltas y que no están dispuestas a recibir el perdón que Dios ofrece. Usan la libertad que Dios les ha dado para decidir y deciden para su propia condenación. Dios quiere que tengamos redención y no condenación. Aunque nuestra salvación es gratuita, a Dios le costó un precio muy alto: el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario. ¡Qué bueno sería que luego de ser salvas, nunca más ofendiéramos a Dios ni hiciéramos las cosas que le desagradan! Pero honestamente, no es así. Nuestra naturaleza humana hace que muchas veces fallemos y seamos desobedientes a Dios.

¿Qué hacer cuando fallamos después de aceptar a Cristo? La salvación que Cristo nos da es eterna, no la perdemos, pero sí se puede perder el gozo del Señor por causa de nuestras desobediencias. Si esto sucediera, lo mejor es detenerse y reconocer dónde hemos dejado a Cristo. Lo vamos a encontrar en el mismo lugar donde lo dejamos. Podemos volver nuestros rostros hacia Él con la seguridad de que extenderá Su mano y nos levantará de nuevo y nos dará una nueva oportunidad para seguirle y amarle.

Ora para que Dios perdone tus pecados y te permita permanecer fiel durante todo el tiempo que Él te permita vivir.

Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español).