El Señor le dijo: —Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada
y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola
cosa por la que vale la pena preocuparse… —NTV

LUCAS 10:41-42A

La vida actual está llena de distracciones. Siempre estamos viendo o escuchando algo, mucho más con el Internet.

Recientemente reportaron que los jóvenes revisan su celular cada 15 minutos en promedio. Además de distraídos, nos enteramos más rápido de terribles desastres en todo el mundo y es fácil imaginar que nos podrían afectar. ¡Qué angustia!

Me identifico mucho con Marta, no por su naturaleza servicial, sino por «preocupona» y aprehensiva, un manojo de nervios.

Una versión de la Biblia dice que estaba «afanada y turbada». No podía calmarse, preparar algo sencillo, disfrutar a sus invitados y, sobre todo, escuchar a Jesús.

Jesús le recordó que esto último era lo primordial. Después, cuando fallece su hermano Lázaro, Marta ha aprendido algo. Es la primera que sale al encuentro de Jesús, dejando sus tareas.

Además, confiesa abiertamente su fe: «Siempre he creído que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que ha venido de Dios al mundo».

Así como Marta avanzó del afán a la fe, lo puedes hacer tú. Fija tus ojos en Aquel que quiere darte perdón, paz y vida eterna.

Ese enfoque nuevo hará que las preocupaciones dejen de dominarte. (MHM)

No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo.

PABLO

Un devocional de Un año con Dios (B&H en Español)