PASAJE DEVOCIONAL: EZEQUIEL 37:1-6
Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. (EZEQ. 37:3)
Con frecuencia escuchamos decir: «Mientras hay vida, hay esperanza». Pensamos que mientras tengamos un soplo de aliento, por muy mínimo que sea, todavía podemos luchar, que todavía podemos salvar la situación. Pero hay ciertos momentos o situaciones en las que simplemente nos rendimos, dando por hecho que es el fin. Pienso que el profeta Ezequiel se debe haber sentido bastante desalentado frente a todos esos huesos secos. El panorama era de muerte y desolación. ¿Qué podría responder él ante la pregunta del Señor sobre si esos huesos podrían revivir? Quizá en su interior pensó que la pregunta no tenía sentido, que un montón de huesos secos jamás podrían ser más que eso… huesos secos, sin vida, sin esperanza. Sin embargo, le dejó la última palabra a Dios, admitiendo que solamente Él lo sabía, siendo testigo después de cómo todos aquellos huesos desahuciados y abandonados, volvían a la vida por el poder de Dios.
A veces nuestra vida nos puede parecer casi igual a este valle de huesos secos. Sentimos que no hay nada más que hacer, que todo está irremediablemente perdido. Este sentimiento de derrota y desesperanza nos hace querer renunciar en nuestro caminar con Dios.
El pasaje de hoy es un claro llamado a la esperanza. Tenemos un Dios que todavía hace milagros, que es capaz de hacer lo inimaginable e ir contra toda lógica humana. Él puede darles vida a los huesos secos de nuestra alma, puede volver a unir todo lo que está roto, puede hacer vivir de nuevo nuestro corazón y traer luz y gozo cuando pensamos que solo nos queda el desierto y la tristeza. Cuando la sutil voz del desaliento resuene en nuestra mente, cuestionándonos si podremos salir adelante o si podrán revivir nuestros huesos alguna vez, rescatemos nuestra fe en el Señor y creamos que Él lo puede hacer todo.
Padre, ayúdanos a creer en Tu poder en medio de toda circunstancia.
Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español).
Dios es maravilloso, no importa cuan seca esté nuestra alma El a prometido estar con nosotras en toda situación y lugar, no importa cuan devastadas, destruidas e inclusive a punto de morir en nuestra alma y espíritu El pasa a nuestro lado y nos dice VIVE (Ezequiel: 16: 6:); imparte Espíritu y aliento de vida a nosotras, así que no hay que tener temor solo creer que la última palabra la tiene El.