Pasaje devocional: Salmo 18:30-32
En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová; Escudo es a todos los que en él esperan. Salmo 18:30
El camino de Dios es la mejor senda de la vida. Cuando David escribió este salmo Dios lo había librado de grandes peligros y especialmente de la mano del rey Saúl. David enfrentó muchas dificultades pero mantuvo su confianza en su libertador. Dios condujo a David por el camino perfecto que lo llevó a la victoria.
Durante todo el salmo, David alaba a Dios y reconoce su gran poder y misericordia. David reconoce la presencia de Dios en cada batalla y la seguridad de Su presencia cuando clama a Él.
Muchos creyentes han experimentado la grandeza de Dios al estar en peligro, ya sea un enemigo humano o una circunstancia adversa donde solo el poder de Dios puede salvarlos. Dios es real. Al clamar a Él con sinceridad y humildad el Padre celestial responde, inclina su oído para escuchar su clamor y lo lleva por el camino de la salvación.
Al llegar la prueba, Dios está cerca para ayudar y bendecir, solamente tiene que asirse de su mano. Dios prepara a sus siervos para la pelea y no los deja solos cuando llega la hora de la batalla. Por dura que esta sea, Dios lo sostiene y protege hasta el final.
David llama a Dios fortaleza mía, castillo mío, mi libertador, mi refugio, mi escudo, mi apoyo. Usted también puede hacer suyas estas expresiones de alabanza, porque seguramente tendrá más de una prueba que Dios es eso y mucho más.
El propósito de Dios es salvarlo del peligro, de la condenación eterna. Puede confiar en Dios porque Él mismo es su fortaleza. Puede confiar en Él porque aunque usted no conozca el camino por donde Dios lo guía, este es perfecto. Sus instrucciones son claras, no se desvíe del camino pensando que otro es mejor. La mejor senda de la vida es por donde Él lo lleva. Puede confiar en Dios porque Él sostiene a los que están bajo su protección. Puede confiar en Él porque su Palabra es pura y no hay engaño en ella y porque le permite vencer en la batalla.
Dele gracias a Dios porque puede confiar en Él.
Un devocional deRevista Quietud