Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. —RVR1960
LUCAS 10:39
Piensa en un lugar en el que te sientes segura, amada, aceptada y en paz. ¿La escuela? No siempre. ¿El hogar? Tal vez es un buen lugar pero, sin duda, el mejor lugar para estar es a los pies de Cristo.
La Biblia describe a María de Betania sentada a los pies de Jesús en varias ocasiones. Un día Jesús estaba de visita en casa de María. Su hermana Marta escogió algo bueno: atender a Jesús lo mejor posible, y estaba afanada con los quehaceres. Jesús dijo que María había escogido lo mejor: estar con Él.
Este relato nos orienta en relación a nuestro orden de prioridades. A veces lo bueno es enemigo de lo mejor. Es posible ocuparse tanto, aun en actividades de la iglesia, que no tenemos tiempo de estar con Jesús.
Juan Wesley dijo: «Tengo tanto que hacer que pasaré varias horas en oración antes de hacerlo». No hay mejor lugar en este mundo que arrodillarse a los pies de Cristo. A sus pies te sentirás segura. A sus pies el corazón no se turba ni tiene miedo. A sus pies hay paz. (MG)
A veces estamos tan ocupados en la obra del Señor, que nos olvidamos del Señor de la obra.
ANÓNIMO