PASAJE DEVOCIONAL: 2 CORINTIOS 9:10-15

… para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. (2 COR. 9:11)

Hace unos días hablaba con una amiga y le comentaba:

—Cuando compro un pan, me dura lo que no te puedes imaginar —a lo que me pregunta ella llena de curiosidad: —¿Lo congelas para que te dure? —y le contesté: —No amiga, Dios es tan grande que cuando corto una rebanada de pan, inmediatamente crece otra rebanada.

Quizás tú te rías de esta conversación, pero mi amiga y yo estamos convencidas de que Dios jamás desampara a Sus hijos cuando ponemos en práctica Sus enseñanzas, ayudamos y compartimos con el necesitado todo lo que tenemos sin esperar nada a cambio; y lo hacemos con alegría: «… no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre» (2 Co. 9:7).

Cuando ayudamos al necesitado, y este a su vez se siente agradecido de la ayuda recibida y le da gracias a Dios, el nombre de Jehová es alabado; y todo por medio de nuestra acción desinteresada. Tenemos que confiar en nuestro Padre y seguir ayudando a los necesitados y, a la vez, ser agradecidas por las bendiciones que recibimos todos los días de nuestra vida. Siempre debemos recordar lo que el Señor nos ha dicho: «El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará» (2 Co. 9:6).

Padre, ayúdanos a ser agradecidas por todas las bendiciones que recibimos de ti y a continuar ayudando al necesitado con alegría.

Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español)