Pasaje devocional: Marcos 4:1-9
Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Marcos 4:3
Nadie puede evitar que las semillas no caigan en tierra buena. Por muy diestros que seamos, no podemos garantizar que las semillas que tratamos de plantar caigan fuera del camino, entre las piedras o entre los espinos.
A los que están fuera del camino, tal vez no les importe en lo más mínimo mejorar su estilo de vida porque piensan que tienen suficientes consejeros. A los que se elevan sobre las piedras tal vez les guste, pero son de los que le echan la culpa de todo a Dios. Y a los que viven entre espinos la codicia no les permite dedicar su tiempo a otra cosa. Sus ojos y oídos están embotados.
Pero no desmaye. Siga sembrando la semilla a mano, caiga donde caiga. No se desanime ni permita que los que no responden le hagan cambiar de opinión. Algunos no están listos para responder al mensaje que Dios les está dando, otros prefieren no conocer la verdad o quieren ver a Dios para creer
en Él. Tal vez el viento arrastre las semillas que usted ha sembrado y lleguen a caer en tierra buena. Entonces, gócese con aquellos que le entregan su corazón a Jesús.
Pídale al Señor que le siga usando en su sembradío.
Un devocional de Revista Quietud