Así que ahora ustedes tienen tristeza, pero
volveré a verlos; entonces se alegrarán, y nadie
podrá robarles esa alegría. —NTV
JUAN 16:22
El Señor Jesús trató de poner una sonrisa en la cara de Sus discípulos con esta promesa. Una vez oí una reflexión que maravilló mi corazón. El predicador decía que, así como el Espíritu Santo formó a Jesús dentro de María, tiene también la tarea de formarlo dentro de nosotros.
¿Te imaginas? ¡Lo tenemos otra vez! ¿Habrá alguien que pueda quitarnos esa alegría? ¿Qué será cuando regrese? Johann Sebastian Bach, el gran músico luterano, era fiel a su Señor y Dios. Él fue el más importante compositor de la música barroca y su influencia sobre grandes músicos como Beethoven y Mozart nos ha dejado música maravillosa. Bach es considerado uno de los grandes músicos de la historia.
Su cantata El corazón y la boca, y las obras y la vida, incluye el hermoso coral: «Jesús sigue siendo mi alegría» y ha sido adoptado aún por iglesias no protestantes. Esta es la letra del coral: «Jesús sigue siendo mi alegría, consuelo y bálsamo de mi corazón. Jesús me defiende de toda pena. Él es la fuerza de mi vida, el gozo y el sol de mis ojos, el tesoro y la delicia de mi alma; por eso no quiero a Jesús fuera de mi corazón y de mi vista». ¡Que nadie quite tu alegría! (YF)
El único propósito y razón final de toda la música
debería ser la gloria de Dios y el alivio del Espíritu.
J. S . B ACH
Un devocional de Un año con Dios (B&H en Español)