Skip to main content

[Pasaje devocional: Salmo 37:1-11]

Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. (Salmo 37:5)

Hace años un amigo me encomendó que hospedáramos a su hija en nuestro hogar mientras se radicaba en la ciudad y lo hicimos con mucho gusto. Le ofrecimos lo que estaba a nuestro alcance: alojamiento, alimentación y amor cristiano. Por otra parte, la hija de mi amigo tenía que tomar la decisión de creer y lanzarse a una aventura: hacer las maletas, tomar un avión y lanzarse a lo desconocido. Ella lo hizo y todo salió bien.

Con el Señor ocurre lo mismo: La Palabra de Dios nos pide que hagamos algo que garantice un andar seguro por la vida: Encomendarle a Dios nuestro camino y confiar en Él. Para hacer esto hay que tomar una decisión: Marchar hacia adelante con una vida que solo actúe de una manera, glorificando a Dios en santa obediencia.

Encomendarnos a Dios significa renunciar a nuestros planes egoístas para hacer de Su plan, el nuestro. Plan que va a tener que ver más con su reino que con nuestros sueños de grandeza.

Entonces, decididos a vivir bajo esos parámetros de obediencia podremos echar fuera preocupaciones y confiar totalmente en Él. ¿Por qué? Porque podemos agarrarnos de esa bella promesa: “y él hará”. La maravillosa respuesta de Dios, condicionada a nuestra acción de encomendarnos a Él, es que desde ese momento en adelante Él tomará las riendas de nuestro futuro y podremos confiar en su precioso poder para vivir confiados y seguros.

Señor, te encomiendo mi vida con el compromiso de obedecerte, confiando en que, como buen Padre, cumples todas tus promesas.

Un devocional de revista Quietud

Leave a Reply

Hit enter to search or ESC to close