PASAJE DEVOCIONAL: ECLESIASTÉS 3:11-14
Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. (ECL. 3:11)
Sin duda, hay muchos aspectos sobre Dios que han sido y seguirán siendo difíciles de comprender para buena parte de nosotras. Aunque tratamos de confiar y vivir con fe, siempre hay cuestiones de la vida que nos inquietan y que no comprendemos. Una de ellas es que el tiempo, en todo su amplio significado, está en las manos de Dios, y que Él mismo ha puesto el sentido de eternidad dentro de nosotras. Por mucho que nos esforcemos, la mayoría de las veces no alcanzamos a entender esto muy bien.
Ante todas estas dudas existenciales, Salomón llegó a la conclusión de que lo mejor para el hombre era tener aceptación y fe ante las cosas de la vida, y no desgastarse la mente y el alma tratando de comprenderlas. Si Dios ha hecho todo hermoso y a Su tiempo, quiere decir que cada etapa por la que pasemos es parte de Su plan eterno, un plan que comienza y termina en Su mismo corazón.
Nada de lo que digamos o pensemos cambiará el propósito de Dios. Mientras estemos en este mundo vendrán épocas de gozo y épocas de mucho sufrimiento; debemos aprender a vivir cada una de ellas en paz, tratando de hacer el bien siempre, trabajando responsablemente, y cuando llegue el momento de alegrarse, esa alegría nos sabrá más dulce.
Aprender a vivir las cosas a Su tiempo nos dará una mejor perspectiva de la vida, y cuando llegue el punto en que nuestro mundo parezca no tener sentido, descansaremos en que Su plan eterno sigue en marcha y cada cosa pasa según Él lo ha establecido. A nosotras nos toca vivir aferradas de la certeza de que Dios tiene el control de todo, incluyendo el tiempo.
Señor, gracias porque en Tu sabiduría
manejas nuestros tiempos.
Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español)
