Skip to main content

Por Marisol Tavarez

Siempre que inicia un año nuevo, la mayoría de las personas escribimos buenos propósitos, nos trazamos metas, las cuales iniciamos con mucho entusiasmo en la primera semana de enero. Después los afanes y ciertas circunstancias, a veces ajenas a nuestra voluntad, nos hacen ir posponiendo hasta que al final se quedan olvidadas en la libreta o en la agenda en la que escribimos.   

Personalmente, tengo dos años con un solo propósito.  He escrito una sola meta, porque entiendo que de ahí depende todo lo demás. Y esto, porque recordé que estando en preparatoria al estudiar una porción en el evangelio de Mateo 6:25-34, cuyo título es: El afán y la ansiedad (RVR1960), el Señor me enseñó mucho. Recuerdo que esta lectura me impactó tanto que la escribí completa en mi libreta de apuntes y aún conservo esa vieja libreta.  

De esa porción me impactaron los dos últimos versos, uno más que otro:  

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.   Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. (Mateo 6:33-34)   

El año pasado, hice una lista en la que escribí de primero “Enfoque en Jesucristo” y luego una serie de metas; este año decidí escribir una sola meta: “Enfoque en Jesucristo”; entiendo que, en lugar de estar preocupada por las cosas materiales y emocionales, mi interés debe ser centrarme en buscar por encima de todo lo que pueda llevarme a una vida justa, confiando en Su promesa de que Él nos dará todo lo que necesitamos. Porque dice en 1 Pedro 5:7 (NTV) Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él tiene cuidado de ustedes.

El SEÑOR es fiel en responder a Su pacto, cuando Él dice todas estas cosas os serán añadidas Él lo hará porque es fiel a Su palabra, porqueSi somos infieles, Él permanece fiel, pues no puede negarse Él mismo.  (2 Timoteo 2:13)

Así que, hermanas, creo que podemos tener plena certidumbre de que Dios cumplirá Sus promesas porque fiel es el que ha prometido que todas las cosas os serán añadidas.

Jesús nos invita a no sentir ansiedad ni preocupación acusante por las cosas necesarias, como el comer o el vestir (Mateo 6:25). Dios es el Dueño de todo, es además el legislador, el Salvador, es el Esposo de nuestras almas, el gran Proveedor, por eso dice no os afanéis. Debemos ocuparnos (no preocuparnos) de lo que nos corresponde, las cosas que necesitamos hacer. Ser diligentes, hacer el trabajo que nos corresponde para ganar nuestro sustento, supervisar nuestros hogares, ver que todo marche bien con los hijos, etc.

Lo que Jesús prohíbe es esa ansiedad atormentadora, que perturba el gozo en el Señor, la paz del espíritu, que no nos permite centrarnos en la oración, en la lectura de Su palabra; que impide que nuestro sueño sea reparador y el disfrute de todas las bendiciones que cada día Dios nos proporciona.

Ese tipo de ansiedad denota falta de fe. El Dios Todopoderoso nos ha prometido proveernos de todo lo necesario para la vida, de modo que podamos decir como David Jehová es mi pastor; nada me faltará. Salmos 23:1 

Si somos completamente sinceras, por lo general nuestras preocupaciones, son por cosas superfluas, esas son las añadiduras y todas nosotras, en cierto modo, gozamos de añadiduras, demos dar gracias a Dios por ellas. De modo que esforcémonos en buscar primero Su reino y Su justicia, porque Él nos dará además de lo básico, añadiduras. Mirad las aves del cielo… Considerad los lirios del campo. Este es un argumento de la providencia de Dios. Él se ocupa de criaturas inferiores a nosotros, las aves del cielo y las flores del campo son una muestra de cómo Dios cuida de lo que le pertenece. Por eso nos dice: ¿No son ustedes de mucho más valor que ellas? ¿Quién de ustedes, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida?

Enfoquémonos en Jesús en este 2021, no nos preocupemos por el día de mañana; baste a cada día sus propios problemas.

María del Carmen Tavarez Cordero, cariñosamente conocida como Marisol. Es miembro de la Iglesia Bautista Internacional, escribe para Mujer para la gloria de Dios, le apasiona enseñar, evangelizar y escribir acerca de las maravillas del Señor. Tiene una Maestría en Ministerios del Seminario Bautista del Sur.

Leave a Reply

Hit enter to search or ESC to close