Por tanto, recibíos los unos a los otros, como
también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.
RO M A N O S 1 5 : 7
Los anuncios de bienvenida se han vuelto una tendencia en las iglesias. Probablemente los has visto. Tienen bases de metal y hojas grandes de algún tipo de material plástico. Se estiran desde la base hasta llegar a un cilindro metálico en la parte de arriba que parece un pergamino. En el anuncio hay mensajes personalizados para los visitantes. Allí se indica dónde puedes obtener información, cuáles son las redes sociales de la iglesia o incluso cómo participar en algún ministerio de la iglesia. Las iglesias de toda la región han comenzado a usar estos letreros con la esperanza de tener información visual atractiva que motive a los visitantes a volver. Las iglesias han invertido miles de dólares en estos anuncios, y aun así no se garantiza su efectividad.
¿Por qué? ¿Por qué no podría una compañía garantizar la efectividad de un producto como un anuncio? La realidad es que los anuncios pueden estar ahí para proveer una atmósfera de bienvenida, pero las iglesias aun así necesitan dar la bienvenida a las personas. Las iglesias siguen cometiendo el error de querer usar material complementario como el proveedor principal para una necesidad. Si somos sinceros, muchos de nosotros somos culpables de tener esta mentalidad. Nos engañamos a nosotros mismos pensando que el sustituto es suficiente para satisfacer la necesidad. Pensamos que, obtendremos el premio del «mejor jardín» al contratar a un adolescente por 20 dólares cuando deberíamos hacer el trabajo nosotros mismos. Pensamos que, si llamamos a nuestros seres queridos una vez a la semana, nos contará como pasar tiempo de calidad con ellos. Esto es algo vergonzoso, pero vamos a la iglesia, escuchamos un sermón y permitimos que cuente como nuestro tiempo de lectura Bíblica y oración.
¿Qué perdemos al aceptar estos sustitutos? Bueno, perdemos la oportunidad de tener gozo real. Piensa en los anuncios de bienvenida por un momento. Muchas veces esperamos que ellos den la información, cuando en realidad existe una necesidad profunda de conexión. En lugar de pararte detrás del escritorio de bienvenida, con la esperanza de que el anuncio haga el trabajo, sonríe y saluda a alguien. Ten una conversación y descubre el gozo que viene de una conexión real. No te conformes con el sustituto. Persigue lo real en la vida y descubre cómo el sustituto no se acerca a lo real.
SEÑOR, SÉ QUE SOY CULPABLE DE
CONFORMARME CON LOS SUSTITUTOS EN
LA VIDA CUANDO LO QUE EN REALIDAD
NECESITO ES ALGO GENUINO. RECUÉRDAME
NO CONFORMARME CON LOS SUSTITUTOS Y
APROPIARME DE LO QUE ES REAL. AMÉN.
Un devocional de 100 días de gozo (B&H en Español)