Skip to main content

De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas.
2 C O R I N T I O S 5 : 1 7

Si yo te preguntara quién eres, ¿cuál sería tu respuesta? ¿Responderías con tu profesión? ¿Tu estado civil? ¿Lo que te apasiona? Muchas de nosotras podemos primeramente decir nuestro nombre y después desviarnos a lo que hacemos activamente cada día. Nos definimos por nuestra identidad diaria. Por ejemplo, muchas de nosotras pensamos en nuestro título como esposa. Después de todo, cada día vemos con quién estamos casadas. Otras se identifican por su profesión. Esto tiene sentido si trabajamos todos los días, pero ¿es esta la manera en la que debemos identificarnos? ¿Hay una definición más profunda de nuestra identidad?

La respuesta obvia que probablemente estás pensando es «cristiana». Después de todo, si estás leyendo esto, se puede suponer que probablemente seas cristiana y, aun así, si somos completamente sinceras con nosotras mismas, ¿nos identificaríamos primero como cristianas o esa descripción quedaría en sexto o séptimo lugar en nuestra lista de identidades y títulos?

La realidad es que algunas veces nos definimos por las cosas que hacemos diariamente. Así que, como voy al trabajo todos los días, puedo definirme por mi título laboral. Porque hablo con mi esposo todos los días, sería fácil definirme según mi relación sentimental, pero ¿no es Dios más importante?¿No es Dios el que tiene el gozo verdadero? Entonces, ¿por qué nuestra relación con Él queda en el último lugar de nuestra lista?

Bueno, la dura realidad es que tal vez no estamos pasando el tiempo con Él que pasamos con nuestros esposos, trabajos o en actividades que nos apasionan. Dios puede ser un pensamiento fugaz en nuestro día o, peor aún, puede que lo notemos solamente al estar en la iglesia.

Este no es un regaño por no pasar suficiente tiempo con Dios. Es un recordatorio del gozo que hay allá afuera. Puedes amar tu trabajo y puedes tener un matrimonio sólido, pero esas son solamente fracciones del gozo que se experimenta al tener una relación con Dios activa y viva.

Así que, inténtalo. Lee tu Biblia. Ora a Dios y descubre un gozo inexplicable. Descubre el tipo de amor y emoción que solamente puede venir de tener una relación más profunda con Él.

SEÑOR, QUIERO SER DEFINIDA POR EL AMOR QUE TÚ
ME DE MUESTRAS CADA DÍA. PON EN MÍ UN CORAZÓN
QUE DESEE ESTAR MÁS CERCA DE TI. RECUÉRDAME
LEER TU PALABRA CADA DÍA Y APARTAR UN TIEMPO
ESPECIAL PARA TI DURANTE LA SEMANA. AMÉN.


Un devocional de 100 días de gozo (B&H en Español)

Leave a Reply

Hit enter to search or ESC to close