Pasaje devocional: Hechos 16:25-34
Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios. Hechos 16:34
¡Qué impactante historia! Pablo y Silas estaban prisioneros por llevar el mensaje de salvación a los que no conocían al Señor! Es así como al cantar a todo pulmón y orar, ocurrió un terremoto y se abrieron las rejas de la cárcel. El carcelero se aterrorizó y pensó quitarse la vida, creyendo que los prisioneros se habían escapado. Pero Pablo le gritó y le aseguró que ellos estaban allí, dando de esta forma un testimonio de respeto y obediencia que llamó la atención de aquel hombre.
Luego de esto el carcelero, quizá con lágrimas en los ojos, les dijo: “Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?” A lo que ellos le contestaron: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”. El carcelero les curó las heridas y los llevó para su casa para decir a los suyos que había creído en Dios.
¡Actuemos como lo hicieron estos hombres para ser testigos del amor del Señor! ¡Seamos portadores del mensaje de salvación para un mundo que sufre! Para que las personas que viven sin esperanza sepan que a pesar de todo lo que acontece hoy día podemos vivir confiados en los brazos de nuestro Padre celestial.
Padre, ayúdanos a confiar siempre en ti.
Un devocional de Revista Quietud