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(Pr 31:21)

Por Verónica Rodas

Observa con sabiduría los tiempos y se prepara.  
Proverbios 31:21 “No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles.”  

El versículo comienza mencionando que esta mujer: “No tiene temor de la nieve.”  Temor es un sentimiento que se produce al considerar que algo perjudicial o negativo puede ocurrir. Es el terror que provoca ver que una situación puntual puede conllevar un efecto negativo.  

Bien, esta mujer no tiene temor del porvenir ¿cuál es su secreto? Tiene el mayor bien que puede tener, a Dios mismo. Sin dudar, confía y descansa en Él en cada situación que tiene que enfrentar. Echa mano de la sabiduría que solo Dios puede dar, prevé los diferentes tiempos que puede enfrentar su familia y trabaja en ello para que nadie sufra ninguna consecuencia. Podríamos definir a esta mujer como alguien sutil.  

¿Qué quiere decir “sutil”?  

Se aplica a la persona que tiene ingenio para comprender con claridad el sentido más profundo de las cosas. Alguien así, por medio de su sutileza, puede prevenir y evitar un peligro. Toma todas las medidas necesarias para que el mal no suceda. No tiene miedo a los cambios.  

Esta mujer no tenía temor porque se preparó anticipadamente confeccionando la ropa de invierno que su familia necesitaba.  
Realmente es muy importante entender que, si nos preparamos para enfrentar situaciones difíciles, el miedo no nos dominará.  

Ella también: “Se ríe de lo que viene” (Proverbios 31:25).  
Vive buscando soluciones a los inconvenientes, es realmente sutil, no se centra en las cosas malas sino, en buscar una solución a los inconvenientes que atravesará su familia.  

Debemos aprovechar el tiempo que el Señor nos ha confiado y trabajar a favor de nuestra familia.  
Estamos rodeadas de situaciones que nos pueden causar temor: como los problemas en el hogar, un hijo rebelde, falta de dinero, etc. Pero Dios nos ha dado lo necesario para administrar a nuestra familia. Debemos poner nuestra confianza en eso y como esta mujer, temer sólo a Dios: “La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada” (Proverbios 31:30) 

Si tememos a las circunstancias, éstas pueden vencernos. Pero si tememos a Dios, Él nos enseñará el camino en que debemos andar.  

Salmo 25:12 “¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.” 

¡Qué lugar seguro! ¡Qué roca inconmovible! ¡Qué firme confianza tenemos en Cristo!  

Siguiendo con el versículo, dice: “Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.” Otra versión dice: “Pues todos los suyos andan bien abrigados.” 

“De ropas dobles”  

Ropas gruesas, ropas apropiadas para el frío. Su trabajo, en Proverbios, siempre nos muestra cómo vivía anticipándose a las necesidades de su familia. Incluso tenía preparada la vestimenta necesaria para las diferentes estaciones.  

Esta enseñanza puede ser muy aplicable para el día de hoy. Necesitamos vestir a nuestra familia con vestiduras piadosas, trabajar en eso desde muy temprana edad.  

“En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas” Isaías 61:10.  

 Amamos a nuestros hijos y lo que anhelamos es llevarlos al conocimiento del Señor, pero es verdad que muchas veces bajamos la mirada, empezamos a luchar con nuestras fuerzas y nos desgastamos, y eso nos impide dar buen fruto en ellos. Pero necesitamos y debemos volver al Señor y confiar en Su Palabra.

No nos centremos en las cosas malas que ellos hacen sino consideremos todas las situaciones a las que son expuestos, cada influencia que en este mundo les aleja del Señor y entonces, usemos la sabiduría de Dios para luchar contra ello y cuidar su bienestar.  

Meditemos:  

Pensemos por un momento en todo lo que nuestros hijos sufren el día de hoy fuera de casa… ¿Qué amistades, decisiones, situaciones, etc, podríamos evitar a nuestra familia? 
Y, ¿bajo qué tipo de influencias son expuestos cada día?
¿Cuál debe ser la nuestra?  

Es un privilegio y a su vez una responsabilidad que ellos se vistan como corresponde a hijos de Dios.  

Hermana tienes una fuente de ayuda inagotable y accesible a tu alcance; corre hacia Cristo.  

“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmo 46:1).

Verónica Rodas es esposa del pastor Luis Rodas. Madre de Cintia (17) y Zoé (6). Juntos sirven al Señor en Córdoba, Argentina. Su anhelo es mostrarle a la mujer lo deleitoso y hermoso que es ser discípula de Cristo.

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