Skip to main content

Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él. —RVR1960

EFESIOS 1:4

Daniel es uno de los grandes héroes de la fe que la Biblia nos menciona. Podemos imaginar lo que sintieron Daniel y sus amigos cuando les notificaron que habían sido escogidos para vivir en un palacio. El rey Nabucodonosor había dado la instrucción de encontrar jóvenes intachables, guapos, sabios y cultos. Al haber sido ellos elegidos, tal vez experimentaron sentimientos encontrados. Tendrían los mejores maestros, las mejores atenciones y los mayores lujos, pero tendrían que dejar su hogar.

Así como Daniel, nosotros también fuimos escogidas para vivir la eternidad en el reino de Dios. ¡Cuán inmensurable privilegio!

Aun antes de que el mundo fuera creado, Dios ya te conocía por nombre. Él se fijó en tu corazón. Sabía que pondrías tu fe en Él.

Como Daniel, también debemos renunciar a algo: al pecado. Es necesario apartarnos de las cosas que dañan no solo nuestro cuerpo, sino también nuestra mente. También como Daniel, propongamos en nuestro corazón no contaminarnos. Podemos construir una vida de integridad sexual. Ser mujeres de excelencia.

Dios te amó desde el principio de los tiempos. Tienes derecho a una vida plena. Tú has sido escogida para el reino. No temas dejar tu hogar en este mundo de pecado por el palacio celestial donde Cristo está. (MG)

Una mujer del reino no es una mujer perfecta. Es una mujer que ha sido perdonada.

CHRYSTAL EVANS HURST

Leave a Reply

Hit enter to search or ESC to close