Skip to main content

Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los
mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que
estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos. —NTV
MATEO 28:20

En la época prehispánica, los aborígenes zapotecos y mixtecos de México, celebraban unas fiestas llamadas «Guelaguetza» en lasque agradecían a la diosa Centéotl las buenas cosechas. Al llegar los franciscanos y dominicos españoles tratando de evangelizar a los aborígenes, los obligaron a cambiar la reverencia a Centéotl por la adoración a la Virgen del Carmen.

Hoy se siguen celebrando dichas fiestas, mezclando danzas hermosas con vestimentas artísticas muy coloridas, y todo es aderezado con deliciosas combinaciones de guisos para convivencia de los pueblos de Oaxaca. ¡Es un verdadero placer disfrutar de la Guelaguetza!

Sin embargo, estos seres hechos a la imagen de Dios, no recibieron la enseñanza de obedecer lo que el Señor Jesús mandó tal como Él lo enseñó. En lugar de eso, llegó una forma de cristianismo distorsionado. ¿Quién cambió el mensaje? No sabemos con exactitud, pero mi imaginación sueña con todo este colorido, canciones, danzas, convivencia y regocijo para agradecer al único ser que realmente nos da buenas cosechas: el Dios de la Biblia. Un día seremos testigos de esa fiesta.

Todavía existe la promesa de que Él está con nosotros hasta el fin de los tiempos y entonces «… toda lengua confesará que Jesús es el Señor». Mientras, hagamos nuestra parte: enseñemos a obedecer lo que Él ha mandado. (YF)

Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios,
y el prestar atención que la grosura de los carneros.

SAMUEL


Un devocional de Un año con Dios (B&H en Español)

Leave a Reply

Hit enter to search or ESC to close