Por Verónica Rodas
Que tan necesario es comprender la necesidad de aplicar a nuestro diario vivir cada enseñanza, predicación, lectura y consejo que viene de la Palabra de Dios. No solo conocer y entender sino aplicar esto, lo cambia todo. Nos ayuda a comprender mejor a Dios y Su plan para nuestras vidas y crecer en nuestra fe.
Vamos a leer y comprender juntas algunos versículos que nos ayudarán a reflexionar sobre la belleza de la teología aplicable:
Filipenses 4:8-9: «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros».
Este versículo nos recuerda que debemos centrar nuestra mente en cosas que son agradables a Dios y en las enseñanzas que Él nos dejó. Cuando estudiamos la teología y aplicamos sus principios en nuestra vida, estamos fortaleciendo nuestra identidad y creciendo en nuestra fe.
Leemos en Efesios 2:10: «Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas».
En este pasaje vemos que somos creación de Dios y que Él nos ha diseñado para hacer en Su nombre las buenas obras que Él mismo preparó. Vemos que cada pasaje insiste en «hacer», «aplicar», «vivir» cada enseñanza y consejo.
Cuando aplicamos la teología en nuestras vidas, estamos buscando vivir de acuerdo con la voluntad de Dios y cumplir Su propósito para nosotros. Esto nos da identidad, nos hace fuertes contra todo ataque y somos libres de los engaños de nuestra mente, el mundo y el diablo.
En Proverbios 31:30, recibimos guía directa para nosotras como mujeres, y de nuevo destaca el hecho de aplicar lo que viene de Dios a nuestro diario vivir. Vemos que lo más importante no es la belleza exterior sino la interior. La mujer que vive trabajando en su interior es la que Dios reconoce: «Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa será alabada». Cuando aplicamos la teología en nuestras vidas, estamos buscando crecer en nuestra relación con Dios y en nuestro temor reverente hacia Él.
Y por último veamos 1 Pedro 3:3-4, dice: «Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios».
Esta carta de Pedro nos enseña que no debemos enfocarnos en la belleza exterior, sino en la belleza interior que viene de un corazón afable y apacible. Cuando aplicamos la teología en nuestras vidas, estamos buscando crecer en virtudes como la humildad, la paciencia y el amor. Estamos cultivando un carácter dócil, obediente y amante de Dios.
Hermana, decide crecer en tu fe y vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. No pierdas la oportunidad de vivir una vida plena, experimentando a Dios al hacer las obras que Él preparó para ti. Elige vivir enfocada en la belleza interior, ese es el plan para tu vida. Esto te capacita, te da autoridad, te eleva a una vida plena, satisfecha, gozosa, completa; a ser una mujer valiente en la sociedad actual.
Recuerda que la belleza más importante que podemos tener como mujeres cristianas es la que viene del corazón y de nuestra relación con Dios.
Verónica Rodas es esposa del pastor Luis Rodas. Madre de Cintia (17) y Zoé (6). Juntos sirven al Señor en Córdoba, Argentina. Su anhelo es mostrarle a la mujer lo deleitoso y hermoso que es ser discípula de Cristo.