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Por Yicell de Ortíz

“…firmemente arraigados y edificados en Él y confirmados en su fe, tal como fueron instruidos, rebosando de gratitud”. 
Colosenses 2:7 

La gratitud consiste en ser agradecido sin importar circunstancias. Es apreciar, es estar consciente del valor de las personas. Se aprecia la vida y se reconoce el lugar que ocupa cada quien en nuestras vidas. Sería ideal que cada persona practique la gratitud, pero no es así. La gratitud es un valor y no nace en nosotros, nuestro corazón no produce gratitud, no tendemos a ir hacia ella. Nuestras sociedades carecen de gratitud, ella brilla por su ausencia.  

Sin embargo, es responsabilidad de nosotros conocer la gratitud, cultivarla y enseñarla a nuestros hijos, hacer de ella un estilo de vida. En nosotros los creyentes, la gratitud hacia Dios debe ser altamente intencional. Él merece nuestra gratitud.  

“Vengamos ante Su presencia con acción de gracias; aclamemos a Él con salmos. Porque Dios grande es el Señor, y Rey grande sobre todos los dioses”. 
Salmo 95:2-3 

En la Biblia leemos mucho sobre la “acción de gracias a Dios” y esto se traduce en gratitud, además honramos al Señor. 

“Quien me ofrece su gratitud, me honra; al que enmiende su conducta le mostraré mi salvación”. 
Salmo 50:23 (NVI) 

La gratitud hacia Dios se traduce en tener corazones siempre agradecidos y en contentamiento constante. Algo importante es que la humildad es clave para cultivar corazones con gratitud, pues siempre cree que no merece nada de lo que tiene y por tanto se desborda en gratitud hacia Dios.  

Hoy, aprendamos que como hijos de Dios necesitamos vivir en constante gratitud hacia el Señor, dador de la Salvación eterna, lo cual es suficiente y además es lo que Dios desea. 

“Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús”. 
1 Tesalonicenses 5:18 

Dios rechaza la ingratitud y el descontento. Por lo tanto, nos es necesario ejercitarnos en la gratitud y no dar cabida a actitudes pecaminosas, como, por ejemplo, la amargura, la queja y la envida que provienen de corazones ingratos y orgullosos. 

¿Nuestra verdadera gratitud como creyentes? 
Es Agradecer a nuestro creador por todo 
Es estar gozosos en nuestro Salvador 
Es deleitarnos en Él 
Es obedecerle 
Es vivir en completa paz 
Es reconocer las misericordias de Dios cada día 
Es saber que si vivimos es por Su gracia 
Es saber que Cristo es la respuesta a todas nuestras necesidades 
Es saber que Dios nos provee lo que realmente necesitamos 
Es depender de Él 
Es anhelar la vida eterna 

En Cristo, 
Yicell de Ortiz 

Yicell Ortiz dirige el blog mujeryvida.net en donde tiene como propósito encaminar a las mujeres a Jesucristo y que ellas tengan vidas, matrimonios y familias fundamentadas en Él, proveyéndoles recursos bíblicos diversos y compartiendo también en las redes sociales. Es esposa y madre. Es miembro junto a su familia, de la Iglesia Bautista Internacional (IBI), en donde juntos colaboran en el ministerio de jóvenes Adultos M-AQUI.

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