1 Juan 2:1
… pero si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo. —NTV
Zoila encubría un terrible secreto, era algo tan horrible que no se atrevía a contarlo. Cuando escuchó de Jesús, puso su fe en Cristo y su vida cambió. Sin embargo, la culpa la atormentaba cada vez que veía un bebé. Zoila se había hecho un aborto. No concebía que Dios la perdonara.
Por fin un día abrió su corazón y se lo contó a una amiga cristiana. Ella la guió a 1 Juan 2:1. Le dijo: «Cristo es tu abogado defensor. Él ya pagó por tus pecados, todos ellos, y ahora puedes presentarte delante de Dios sin culpa alguna».
«¿Pero mi conciencia?», le preguntó Zoila. Su amiga le hizo leer la misma epístola, en el capítulo 3, versos 19 y 20. «Nuestras acciones demostrarán que pertenecemos a la verdad, entonces estaremos confiados cuando estemos delante de Dios. Aun si nos sentimos culpables, Dios es superior a nuestros sentimientos y él lo sabe todo».
Quizá tú también cargas un pecado a cuestas. O tal vez has cometido algo terrible ya siendo creyente. No importa lo que hagas, tu Abogado te defiende. Solo basta que le creas. «Queridos amigos, si nos sentimos culpables, podemos acercarnos a Dios con plena confianza» (1 Juan 3:21). ¡Gracias a Dios por nuestro Abogado!
¿Quién nos condenará? Nadie. Porque Cristo murió por nosotros.
PABLO
Un devocional de Destellos de esperanza (B&H en Español)