Skip to main content

Por Mirna Espinoza

La paz y la paciencia van de la mano, son como dos amigas que se recuerdan una a la otra. Una verdad profunda de la esperanza de todos lo que hemos creído en Cristo.

Paz verdadera, aquella que llena nuestra alma de tranquilidad y calma al saber que Dios está en paz con nosotros. Dios está con nosotros, y a pesar de nosotros, somos eternamente amados. No tememos a lo que vendrá, a lo que no controlamos, porque toda circunstancia está en las manos de un Dios bueno y fiel que nunca abandona.

El mayor problema que cualquier ser humano puede atravesar es enfrentarse a la ira santa y justa de Dios. Pero gracias a la obra perfecta de Cristo, la paz es una realidad para nosotros. El Rey del universo está en paz con nosotros, y no hay paz más deseable que esta.

Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (…) (Romanos 5:1 NBLA)

En Jesús tenemos paz. Junto con la paz, el regalo de saber que esperamos el mayor gozo que conoceremos. 

La paciencia no solamente se trata de no enojarnos cuando el tránsito se encuentra apretado, o cuando la fila del banco es muy lenta. Paciencia habla de un caminar constante, las personas que perseveran en el conocimiento de la verdad de la Palabra. 

La capacidad de enfrentarnos a lo incierto, a lo desconocido, a lo tormentoso con la completa seguridad de que nuestro futuro está a salvo en las manos del Dios Creador. Las personas nos lastimarán, las circunstancias pueden ser difíciles, la enfermedad, muerte y escasez se presentarán, pero la paciencia no depende de nosotros, sino de permanecer cerca de Él. Confiando en Su amor y cuidado eterno. 

Perseverando en la carrera de esta vida, siendo conscientes que todo pronto cesará y que las frustraciones en este mundo roto son nada a comparación de una eternidad llena de plenitud y amor, llena de Él. Pacientemente esperamos Su venida, cuando todo será hecho de nuevo, como siempre debió ser.

Por tanto, hermanos, sean pacientes hasta la venida del Señor. Miren cómo el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía. (Santiago 5:7 NBLA)

La paz y la paciencia son partes del fruto que brota de corazones que buscan de Él. El fruto es el resultado de un proceso. Deben ser arrancadas raíces profundas de los corazones para que una nueva cosecha pueda surgir. El fruto se alimenta por las raíces y la tierra en donde la planta está sembrada.

Por esto sabemos que la paciencia y la paz, así como todos los otros componentes del Fruto del Espíritu, no surgen por un buen comportamiento o esfuerzo humano, es en realidad la evidencia de donde estamos plantados.

Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer. (Juan 15:5)

¿Quién más para evidenciar qué es la paz y la paciencia? Vez tras vez nuestro Dios mostró tanta gracia y misericordia para el pueblo de Israel, hablándoles, mostrándoles la verdad, derrochando su cuidado y amor, el camino correcto y necedad llenaba sus labios como un veneno que brotaba del corazón. De la misma manera nosotros ahora, habiendo sido libres del pecado, somos necios y sordos a la verdad que se nos ha dicho, pero Él sigue siendo paciente y amoroso para con nosotros.

Paz, así como en el Getsemaní, a punto de morir, Sus ojos como flechas apuntando al cielo, seguro de Sus pasos y de Su futuro. Jesús en paz aun comiendo en la mesa con el enemigo, porque no había nada que lo pudiera asustar. Jesús en paz clavado en una cruz, haciendo lo que sabía era lo mejor, hablando con Su Padre quien tenía completo control.

Y así claramente vemos, de dónde viene este fruto que todos queremos poseer. Nace del Espíritu, aquel que se nos regaló, cuando nacimos en fe. La paz y la paciencia, son claras evidencias de personas que son de Cristo.

Mirna Espinoza, guatemalteca con un corazón rebelde que es constantemente corregido por Dios. Salvada por gracia y sin merecerlo. Siempre estudiante y nunca maestra. Sirve al Señor siendo colaboradora para Lifeway Mujeres, en su iglesia local y escribiendo en su blog personal Eufonía, IG: @eufoni.a (para visitarlos solo da clic sobre el nombre del blog y/o sobre nombre de usuario de Instagram)

Leave a Reply

Hit enter to search or ESC to close