Leer: Filipenses 4:6-7
Al comienzo del 2017 recuerdo que Filipenses 4:6-7 llegó a mis ojos en la Nueva Traducción Viviente, justo en el momento en que mi esposo y yo estábamos aguardando una respuesta de parte del Señor.
“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.”(énfasis añadido)
Aunque Pablo está aquí animando a su amada iglesia en Filipos que oraba y que daba con generosidad aun desde su pobreza; acepté este pasaje como si hubiera sido escrito para nosotros.
Después de leerlo varias veces comprendí que no tenía la paz que supera TODO lo que podemos entender y que mi mente y corazón estaban desprotegidos ante la ausencia de esa paz. ¡Pero claro que no tenía paz! No estaba poniendo en práctica el consejo del versículo 6. Así que, como me encanta, comencé a analizar el juego de palabras. Mis ojos de inmediato se enfocaron en las dos palabras opuestas en el texto, nada y todo.
Me dirigí al diccionario de la Real Academia Española a buscar los significados de ambas palabras:
- Nada – ninguna cosa
- Todo – totalidad
Llegué a la conclusión de que nada es nada y todo es todo.
Dios le estaba diciendo a los filipenses a través de Pablo, “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo.” Pero yo estaba haciéndolo al revés: ¡Estaba preocupándome por todo y orando por nada! Tremenda cachetada bíblica que recibí en aquel momento…
Una vez comprendí las palabras opuestas y las puse en su lugar, el pasaje me seguía abofeteando, “Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.”
¡Eureca! No tenía paz y mi corazón y mente estaban desprotegidos porque me preocupaba por todo, oraba por nada, le decía a Dios lo que “necesitaba”, pero no era agradecida.
Recuerdo que una vez comprendí las palabras de Dios a través de Pablo a los filipenses hoy día cada vez que estoy muy preocupada o que no tengo paz, regreso a la Palabra. Medito y me pregunto, ¿estoy preocupándome por nada?, ¿estoy orando por todo?, ¿estoy pidiéndole a Dios solo lo que necesito en acción de gracias?
En aquel momento mi esposo y yo recibimos la respuesta que esperábamos de parte de Dios. Pero en otras ocasiones, después de esta lección, no necesariamente hemos recibido lo que esperábamos. Sin embargo, la paz inexplicable continúa presente porque oramos por todo, nos preocupamos por nada y seguimos siendo agradecidos.
Señor ayúdame a vivir enfocada en ti a comunicarme contigo siempre, a dejar mis preocupaciones sobre ti y a ser agradecida no importa la situación por la que esté atravesando.
Wendy Marín Ortiz es esposa del pastor Oscar Ortiz y madre de Marina y Owen. Oriunda de Puerto Rico, radicada en Fort Worth, TX, desde el 2005. Tiene una Maestría en las Artes de la Educación Cristiana del Seminario Bautista Southwestern. Es conferencista, educadora y comunicadora. Su pasión es servir al Señor.