Pasaje devocional: Efesios 3:1-13

Que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio. Efesios 3:6

Tremenda expresión del apóstol Pablo: “A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo”. ¿Se imaginan ustedes? Si Pablo se sentía el más pequeño, ¿cómo nos sentiremos nosotros, simples seres humanos imperfectos, al ser llamados para proclamar el evangelio?

La idea de no estar capacitados para servir al Señor la pone Satanás en nuestra mente para que dudemos cuando nos llega la oportunidad de anunciar el evangelio a las personas que necesitan conocer esa verdad. Pero es ahí donde debemos detenernos y reconocer que Dios usa a las personas más humildes para que sean sus portadores.

¿Cuántas veces hemos visto a personas que no han asistido a un seminario, no son pastores ni diáconos de la iglesia, pero tienen el don de la palabra y son ejemplos vivos del amor de Dios con su sola presencia y sus acciones? Son personas a quienes Dios ha escogido para llevar adelante el anuncio del evangelio.

Por eso, cuando el Señor nos llame, debemos contestar sin dudar: “Heme aquí, Señor. Usa mi vida de acuerdo a tu voluntad”.

Padre, ayúdanos a proclamar tu evangelio a todas las personas que nos rodean.

Un devocional de Revista Quietud