Por Lily Llambés
Quizás mientras estas líneas llegan a ti estas pasando por un momento de incertidumbre en tu vida, y te digo: «bienvenida al club», porque la que escribe estas letras también lo está viviendo. Ese momento donde los temores, la preocupación y la ansiedad te acosa porque recibiste una noticia, un diagnóstico o algo que creías que iba bien pero no lo es. Así te está visitando la preocupación. En este mundo caído, por el pecado, indiscutiblemente viviremos situaciones así.
En la vida del creyente llegan momentos que nos perturban y en las Escrituras también podemos ver hombres y mujeres igual que nosotros, que pasaron por momentos de angustia e igualmente vivieron en esa sombra llamada ansiedad.
Que hermoso que a pesar de todo eso, tenemos la gran noticia que el Señor Jesús nos habló para que estemos preparados cuando vengan estas situaciones y como enfrentarlas a la manera de Él. «Estas cosas les he hablado para que en mi tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo» (Juan 16:33).
Para poder contestar la pregunta de, ¿qué hacer y qué no hacer cuando alguien tiene ansiedad?, debemos definir de dónde viene la ansiedad.
¿De dónde viene la ansiedad? La ansiedad viene cuando nos preocupamos.
¿Qué hacer cuando alguien tiene ansiedad?
Si es una persona que no es cristiana debemos predicarle las Buenas Nuevas de salvación. «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su hijo, unigénito, para que todo aquel que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16). «Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que sus pecados sean borrados, a fin de que tiempos de alivio vengan de la presencia del Señor, y Él envíe a Jesús, el Cristo designado de antemano para ustedes» (Hech. 3:19-20).
Debemos recordar hacerlo en amor y con gracia, así como el Señor nos la ha extendido a nosotros, debemos llevarlos a ver a Jesús y por qué han caído en la incredulidad, que es la raíz de la ansiedad y la falta de fe en Él. Por lo tanto es pecado, pero la buena noticia es que este pecado puede ser resuelto al arrepentirse.
Llevarlos a ver que su ansiedad está acumulando tesoros en un lugar equivocado, no descansando en las promesas de nuestro Señor. Es el control que tienes sobre todo lo que está causando esta ansiedad: dinero, salud, relaciones, hijos, negocios, etc. Así que cuando esto está amenazado, viene la preocupación y por lo tanto desencadena la ansiedad (Sal. 121).
¿Qué no hacer cuando alguien tiene ansiedad?
Muchas veces cuando pasamos por tiempos de ansiedad, las personas nos bombardean con mil consejos o acusaciones sobre lo que estamos haciendo mal sin gracia y sin amor. Así que te daré cosas prácticas que no debemos hacer cuando alguien tiene ansiedad.
1. No le sugieras ir a buscar técnicas en el mundo que lo harán sentir más relajado.
2. No le sugieras que se aísle para que descanse y así la ansiedad desaparecerá.
3. No te hagas de la vista gorda sobre su problema
Hay esperanza a través del túnel de la ansiedad
La esperanza para la persona ansiosa es el Señor y las Escrituras, a través del Espíritu Santo, tendremos sabiduría y entendimiento para poder abordarla. Jesús nos da un mandato a no preocuparnos a través de las Escrituras en Mateo 6:19-34, «Por eso les digo, no se preocupen por su vida …» (v. 25); «Por tanto, no se preocupen …» (v. 31); «Por tanto, no se preocupen por el día de mañana …» (v. 34).
Aquí Jesús les hablaba a Sus discípulos, por lo tanto podemos ver que estaban ansiosos por su preocupación, pero El Señor le da la respuesta que también aplica a nosotros.
Conclusión
Amada hermana si estas en un tiempo en que la preocupación ha desencadenado una crisis de ansiedad, voltea tu mirada hacia el Único en quien tenemos esperanza, Jesucristo. En este mundo quebrantado por el pecado nuestra única esperanza está en Él, esas cosas pasajeras llegarán a su fin. Ocúpate de descansar en Sus promesas que se cumplen en nuestras vidas, pon tu mirada en lo eterno y en la majestad del Creador.
