Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? —LBLA
SALMOS 22:1
Me causa extrañeza que al leer la vida del rey David en el Antiguo Testamento, pareciera que las descripciones de este Salmo nunca le sucedieron. Sin embargo, el apóstol Pedro dice en Hechos 2:30 que el rey David era profeta y viendo antes sucesos en la vida del Mesías, habló de ellos. ¿Sabías que este Salmo 22 tiene 19 eventos que sucedieron en la crucifixión del Señor Jesús? Es por eso que a este Salmo se le conoce como mesiánico.
En una sinagoga de Israel hubo una conferencia para indoctrinar a los judíos en contra de los cristianos y su predicación. Había ahí una mujer que había oído sobre el Mesías Yeshua (nombre hebreo de Jesús). El rabino que daba la conferencia exponía muchos argumentos en contra del mesianismo de Yeshua. Uno de ellos fue que se había atrevido a «regañar» a Dios cuando estaba en la cruz diciéndole: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Esta mujer le preguntó por qué entonces, el rey David había dicho lo mismo si no era algo bueno. El rabino no pudo contestar la pregunta y esto bastó para que esta mujer creyera en el Mesías.
Te invito a leer con detenimiento este Salmo para encontrar los 19 sucesos que hacen de este Salmo un Salmo profético tan especial. (YF)
…me horadaron las manos y los pies…
DAVID
Un devocional de Un año con Dios (B&H en Español)