Por Bredka Llanes de Bernardo
Este mes de octubre en LIFEWAY MUJERES, tomamos un tiempo para estudiar las 5 solas, de la Reforma. Un movimiento sumamente importante en la historia de la humanidad y con implicaciones para nuestros días. Si eres nueva en la fe o llevas muchos años, siempre será valioso recordar y celebrar La Reforma.
¿Por qué en octubre?
Porque un 31 de octubre de 1517 Martín Lutero colocó en la puerta de la iglesia de Wittenberg , Alemania 95 tesis (proposiciones) escritas en latín que pretendían la discusión y análisis de enseñanzas y costumbres religiosas que estaban en completa oposición a lo que la Escritura enseña de manera clara.
¿Qué son las 5 solas?
Es el conjunto de 5 frases que resumen las creencias fundamentales que entendemos como pilares esenciales de verdades no negociables del evangelio.
- SOLO ESCRITURA
- SOLO FE
- SOLO GRACIA
- SOLO A TRAVÉS DE CRISTO
- SOLO A DIOS TODA LA GLORIA
¿Por qué aprendemos todo esto?
Conocer la historia de la iglesia no es meramente una cuestión intelectual. No es simplemente para ampliar nuestro vocabulario o nuestros temas de conversación, ni para impresionar con nuestra cultura eclesiástica.
Las estudiamos porque nos ayuda a:
- Meditar en lo fácil que corre nuestro corazón a la mala doctrina, lo mucho que pueden crecer echando raíces ideas y enseñanzas que no están en la Biblia. De hecho cada carta del nuevo testamento contiene advertencia a cuidarnos de los falsos maestros y falsas enseñanzas.
- Asombrarnos de la soberanía de Dios, y su intervención cuidadosa en la humanidad. No es el movimiento de la Reforma o Lutero quien sostiene nuestra fe. ES DIOS MISMO.
- Apreciar y valorar la obra y valentía de hombres que no tuvieron miedo de proclamar las verdades bíblicas a pesar de las dolorosas y costosas consecuencias.
La semana pasada estudiamos Solo Escritura. Hoy nos centraremos en Solo por fe (SOLO FIDE) Y los consecuentes miércoles de octubre en las otras 3.
SOLO POR FE
La salvación solo puedes ser recibida cuando ponemos nuestra FE EN CRISTO, quien murió por nosotros. Ninguna obra humana contribuye.
No existe esfuerzo terrenal lo suficientemente potente, relevante y perfecto que pueda justificarnos con Dios. Lo único que aportamos a nuestra salvación es pecado. No solo cometemos pecados somos naturalmente pecadores, por lo tanto, no hay forma que la salvación provenga de nosotros.
¿Cómo justificarme delante de un Dios justo? Solo si ese Dios justo se vuelve mi justificador. Necesitamos UN REGALO de salvación y UN SALVADOR TOTALMENTE LIMPIO DE PECADO. Dios nos dio ese regalo en la persona de Jesús y la única forma de obtenerlo es por FE.
La fe es el único acto que no tiene mérito en quién la ejerce. La fe es el camino para recibir la obra perfecta de Dios. Es reconocer que nuestras obras no son suficientes y nunca lo serán. Es abrir nuestra mano para recibir las promesas que hemos recibido de Dios, no es hacer algo con nuestras manos.
“sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.” Gálatas 2:16
“porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe.” Efesios 2:8-9
“Porque en el Evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para Fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá” Romanos 1:17
Cuando Pablo dice: “Como está escrito mas el justo por la fe vivirá” esta citando Génesis 15:6 y está hablando de Abraham; “Y creyó a Jehová y le fue contado por justicia.”
Bien hacemos en mirar a Abraham para recordar que no hay mérito humano en la justificación ante un Dios Santo.
Abraham era un hombre pagano en una tierra pagana. Dios tuvo la iniciativa de buscarlo y hacerle una promesa, Abraham simplemente creyó. No había ley aún, no fue Abraham el que ofreció una obra o sacrificio. Dios buscó, prometió y proveyó. Es en la simiente de este hombre que hay una salvación para la humanidad, pero todo el mérito es de Dios. Abraham creyó y caminó en obediencia en esa fe. No hizo más que creer en la Palabra que se le había dicho. Es así que Abram es el padre de la fe. La promesa que recibió no era por mérito propio, sino sostenida en el carácter de un Dios santo y rico en misericordia.
Cada generación de cristianos nos enfrentamos al constante deseo de asignarle valor a nuestras obras, ya sea para ganarnos el favor de Dios o perderlo. Nosotros hacemos bien en permanecer aferrados a las Escrituras. Creyendo la Palabra de Dios como lo hizo Abraham. Comprobando que desde el Antiguo testamento la salvación es por gracia por medio de la fe.
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe…” Hebreos 12:1,2a
Confiar que nuestra salvación y justificación recae en la obra perfecta de Cristo nos llena de esperanza para vivir una vida gozosa y con un futuro firme, Dios siempre cumple lo que promete. Es la fe el camino a la salvación y la que nos impulsa a vivir pareciéndonos a Cristo.
No obedecemos para ser amadas, obedecemos porque somos amadas. La fe nos arroja a Cristo y nos provoca imitarlo. La fe necesita la Palabra de Dios, como lo hizo con Abraham también con nosotros. “Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios.” Romanos 10:17
Vemos con claridad cómo estas verdades representadas en estas 5 solas se entrelazan.
SOLO LA ESCRITURA, SOLO LA FE, SOLO GRACIA, SOLO CRISTO, SOLO A DIOS LA GLORIA.
¡Feliz mes de la Reforma!
Bredka , es una esposa y mamá ordinaria que vive asombrada por la gracia de Dios. Le apasiona leer, estudiar, meditar y enseñar la Biblia. Radica en la Ciudad de México y junto con su familia son miembros de la Iglesia Semilla de Mostaza, Santa Mónica. Colabora como editora para este blog.
Excelente alimento para el Espíritu, Gracias.