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PASAJE DEVOCIONAL: SALMOS 107:1-9

Porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta. (SAL. 107:9)

¿Te has puesto a pensar de qué se alimenta el alma? Sin dudas, sabes de qué se alimenta el cuerpo: de comida. También sabes de qué se alimenta la mente: de conocimientos. Pero el alma, ¿cuál será el alimento que la sustenta y satisface? La Biblia declara que Dios mismo es el alimento del alma del hombre.

Entonces, buscar el alimento para el alma hoy y todos los días, es llenarse de la presencia de Dios. Entonces, buscarlo, encontrarlo y llenarse de Él, es la fuente de
«calorías espirituales» para caminar en la vida. Muchos piensan que las artes alimentan el alma y por esa razón van tras la música, la poesía, la pintura, la escultura o la arquitectura, pero resulta que solo pueden impactar su alma mientras la emoción de lo bello perdura. Sin embargo, un amargo vacío vuelve; y esa impresión pasajera perdura muy poco, el alma sigue hambrienta y necesitada.

Tuve un profesor que alardeaba de lo mucho que las artes cultivaban su intelecto y se creía ser un hombre profundo. Lo cierto es que tenía una vida miserable en muchos aspectos y nunca pudo ser un hombre feliz y pleno, puesto que nunca conoció a Cristo.

No cabe duda, el alma de la persona que no tiene a Dios, agoniza miserablemente en la mediocridad y muere de hambre espiritual. Reconoce hoy mismo que has llegado a la fuente verdadera para que tu alma reciba hoy el sustento del día que necesita para vivir victoriosamente en medio de un mundo decadente y enfermo. Si diste a tu cuerpo las calorías que necesita para funcionar, ¡qué bueno!, pero si estás buscando en la Biblia y en la oración el alimento para tu alma, ¡mucho mejor!

Señor, te busco hoy en oración y para meditar
en Tu Palabra, llena de bien mi alma
hambrienta, porque te necesito.

Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español)

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