[Pasaje devocional: Hebreos 13:1-8]
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Hebreos 13:8)
Hace tiempo me contaron la historia de un pastor que en una ocasión se encontró con una hermana que él mismo había bautizado. Ahora la fustigaba para que no siguiera asistiendo a la iglesia, argumentando que ni él mismo, quien le había predicado de Cristo, ahora creía. Ella contestó más o menos así: “Yo puse mi fe en Cristo y no en usted”.
Sí, los hombres pueden fallar y mentir, pero Jesucristo no. En Él todos nosotros podemos estar seguros. Cuando se nos dice en la Biblia que nuestro Señor es el mismo ayer, hoy y por los siglos, podemos creerlo y hacer nuestra esa maravillosa verdad. Si en la Biblia se nos afirma que el Señor va a ser el mismo por los siglos y siglos, es mejor que lo creamos porque es verdad. Pero, no solo una verdad para que forme parte de nuestras doctrinas, sino para que forme parte de nuestros principios para vivir.
Nuestro caminar es seguro, nuestra paz inconmovible, nuestra fe sobre una roca. Todo eso porque el Cristo en quien confiamos es el mismo ayer, hoy y por los siglos. No nos va a defraudar, no se va a cansar de nosotros, no se nos va a morir, porque es y sigue siendo el mismo Dios.
Señor, ayúdame a vivir confiado en la seguridad de que te encuentras a mi lado cada día.
Un devocional de Revista Quietud